¡Somos el movimiento bolivariano de las disidencias Farc! Este fue el grito que sobre las 12:30 del mediodía del miércoles estremeció por completo a estudiantes y profesores que estaban cerca de la plaza Che, en el corazón de la Universidad Nacional de Colombia. Según los detalles aportados por las autoridades universitarias, un grupo de 30 personas encapuchadas tomaron el control del espacio y rápidamente ingresaron al edificio 212 de la Facultad de Ciencias Humanas.
“Se tomaron el edificio y nos hicieron salir a todos de forma ordenada. La orden era tomarse esa instalación para que sirviera de resguardo y lugar de preparación para el tropel de los capuchos. Nosotros salimos rápido porque sabíamos lo que iba a pasar ahí, eran varios y no se podían identificar”. Así narró el momento una de las estudiantes que estuvieron presentes.
Al tiempo que los estudiantes, docentes y istrativos eran evacuados del edificio de fondo se escuchaban las arengas de los supuestos integrantes de las disidencias: ‘¡Nos siguen matando líderes sociales y eso tiene que acabar, salgan, salgan todos del edificio que nos lo vamos a tomar!’. “Empezamos a escuchar las papas bomba desde las 11 de la mañana, eso es normal, pero el tropel empezó a tomarse la 26 y la 30 también, ahí ya sabíamos que nos iban a evacuar a todos”.
Sin embargo, lejos de la normalidad, los hechos que estaban sucediendo en la universidad ya presentaban matices extraños hasta para los mismos estudiantes. “Hace poco hubo otro tropel que venía presentándose con unas dinámicas muy extrañas y que no corresponden a la normalidad del tropel de la universal. Los de esa vez también se hacían llamar movimiento bolivariano”.
Sobre las 3:30 de la tarde, la toma ya completaba más de dos horas desde que las autoridades reportaron el caso, para ese momento la vicerrectoría de la sede Bogotá de la universidad emitió el primer comunicado confirmando que el recinto había sido infiltrado por un grupo de hombres encapuchados. Los mismos que se identificaron como disidencias.
Al tiempo, 15 encapuchados activaron artefactos explosivos en la plaza Che que posteriormente serían usados en el enfrentamiento que se dio entre agentes del Esmad y supuestos manifestantes. El encuentro dejó cuatro personas heridas, entre ellas, un joven encapuchado de 24 años que sufrió una lesión en una mano por una detonación.
La llamada de emergencia
Sobre las 5 de la tarde, las unidades de emergencia de la Clínica Palermo informaron del ingreso de un paciente masculino que al parecer habría llegado del punto de manifestación de la Universidad Nacional. Según el reporte médico, el joven de 24 años ingresó con una lesión en una de las manos por la explosión de un artefacto explosivo que detonó cuando aún no había sido lanzado.
De acuerdo con el general Eliécer Camacho, comandante de la Policía de Bogotá, el que sería un estudiante de la Universidad Pedagógica habría sufrido la lesión al intentar accionar una papa bomba en contra de los uniformados que atendían la emergencia.
Este joven de 24 años se convirtió en el primer herido reportado de manera oficial de las manifestaciones que se tomaron la universidad. Para las 8 de la noche, el dictamen médico de la Clínica Palermo confirmó que el joven podría perder la mano.
Sin embargo, la llamada de emergencia que puso en evidencia la identidad de uno de los encapuchados que, al parecer, se tomaron la Facultad de Humanidades para usarla como centro de fabricación de artefactos explosivos también reveló que el lesionado ya había tenido un duro encuentro con las autoridades en las protestas de 2020, cuando fue detenido por agredir a un uniformado en medio de las agitaciones.
Por ahora se sabe que el joven estudiante, que podría perder la mano, será señalado por las autoridades como responsable de terrorismo una vez pueda recuperarse. Así lo señaló el general Camacho en declaraciones posteriores a los hechos.
Ingreso inesperado
Cuando la tensión parecía bajar, sobre las 8 de la noche, cámaras registraron cómo un grupo de uniformados a bordo de cuatro patrullas de la policía ingresaron de manera inesperada a las instalaciones de la universidad. ¡Eso es ilegal!, dijo una de las estudiantes, “están violando la autonomía universitaria y eso no pasaba desde 1984, cuando en la universidad hubo una masacre, solo la rectora puede autorizar el ingreso”.
Este hecho volvió a tensar la situación que poco a poco se había apaciguado. Ante esto, el general Camacho manifestó que este ingreso había sido solicitado y autorizado por la universidad. “A solicitud de las directivas de la universidad se hace un ingreso y se encuentran varios elementos que son usados para armar las denominadas papa bomba”.
Aunque en la inspección de las autoridades no se encontró el rastro de ningún sujeto, si fue posible hallar rastros lo que durante la tarde fue una fábrica de explosivos. Pólvora, metralla, aluminio y azufre fue lo único que quedó de la primera jornada de movilización en conmemoración del primer año del paro nacional que se inició el 28 de abril de 2021.
JONATHAN TORO
REDACCIÓN BOGOTÁ