Desde el inicio de los tiempos su imponente belleza ha causado curiosidad en los turistas y moradores; sin embargo, lo han hecho aún más los inexplicables sucesos que han tenido lugar dentro de sus aguas y al interior del Castillo de Bochica, el cual servía como hotel y estación de ferrocarril. 2g6fj
Prácticas mágicas
La brujería y la magia negra, al parecer, serían dos de los grandes secretos que se esconden detrás de las puertas del castillo que fue construido entre 1923 y 1927, de acuerdo con el medio digital ‘Kienyke’. Esta sería una de las razones por las que se inhabilitó al público en el siglo XX.
Almas en pena
Las creencias populares apuntan a que en el fondo de sus aguas reposaría una enorme cantidad de cuerpos desmembrados de suicidas quienes, al lanzarse, se condenaron a pagar una eternidad vagando por el lugar. La tétrica atmósfera que cobija el Salto del Tequendama podría dar cuenta de ello.
La primera víctima
Algunas historias antiguas señalan que la primera persona que cayó al precipicio fue nada más y nada menos que una monja quien, mientras se desplazaba en su vehículo, sufrió un volcamiento que la llevó a perder la cabeza con el impacto de la caída, según la página oficial de ‘Cívico’.
Un fenómeno energético
No por nada el Salto del Tequendama es llamado el ‘Lago de los Muertos’. Su indiscutible majestuosidad se ha visto opacada por los innumerables suicidios que allí han tenido lugar. De acuerdo con datos de la ‘Revista Bochica’, al año se presentan al menos cinco muertes voluntarias.
El experto en parapsicología Alexánder Torres dijo al periódico argentino ‘La Nación’, en el último capítulo de un pódcast que trataba de encontrar explicación a misterios a lo largo del mundo, que esto podría darse por un fenómeno energético.
Al parecer una atracción fatal envolvería a quienes se acercan demasiado a la orilla de las aguas, llevándolos así a saltar debido a “una fuerza sobrenatural”. Incluso quienes no acuden al lugar con la intención de quitarse la vida podrían terminar sucumbiendo a este tipo de persuasión ineludible.
Las últimas muertes en este místico lugar se presentaron el pasado 21 de septiembre cuando un carro, en el que presuntamente iban a bordo dos personas, cayó por un abismo en el mirador San Pacho, en la vía que conduce de Bogotá a Mesitas.
Un familiar de una de las víctimas descartó en diálogo con EL TIEMPO un posible suicidio. “Él habló con el hermano la noche anterior y estaba emocionado por varios eventos programados para el fin de semana. No es cierto que sufriera de depresión como han dicho algunos”, aclaró.
¿Te quedaste con ganas de más?