'No es la primera vez': la historia no contada de la polvorería que explotó en Soacha; así fue el drama de los empleados dentro de la fábrica

"Eso parecía el fin del mundo, sonó durísimo y mis ventanas se rompieron. Al momentico volvió a sonar duro y eso todo se llenó de humo", dijo la propietaria de una casa del barrio del lado opuesto de la Autopista Sur, quien sintió temor por la explosión de la fábrica de la polvorería 'El Vaquero' en la tarde de este miércoles 22 de mayo.

"Aunque eso no es la primera vez", denunció la mujer a EL TIEMPO. Pues, hace seis años, en enero de 2018 también se registró un accidente en la misma polvorería y una de las casetas que allí se ubican quedó destruida casi en su totalidad. 

"Hace unos años, cuando también explotó, eso sonó muy duro y nos asustamos, pero uno no escuchaba de heridos", mencionó otro habitante del barrio, quien lleva varios años viviendo junto a esta empresa. Por fortuna, las llamas fueron controladas y no se generaron pérdidas humanas. 

Ese 22 de enero, sobre las 9:20 de la mañana, se generó una chispa muy cerca de un material de pólvora. La alarma se activó y los trabajadores siguieron el protocolo. Los Bomberos llegaron con prontitud y apagaron las llamas que alcanzaron varios metros de altura. 

A diferencia de esa ocasión, en la explosión de este 22 de mayo una trabajadora perdió la vida y otras 32 personas del lugar resultaron heridas. Aunque, la cifra de heridos aumenta si se tienen en cuenta los habitantes que sufrieron cortes por las esquirlas tras la onda explosiva. 
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​"Yo salí a la tienda a comprar lo de comer, cuando fue que explotó y todos los vidrios de las casas se rompieron. Eso era impresionante, se reventaron y yo quedé en medio. Lo que hice fue salir a correr, pero pues los pedazos de vidrio me caían encima", mencionó una joven que vive cerca a la empresa 'El Vaquero' y presenta cortes en su cuerpo; el de mayor gravedad en su pierna izquierda.

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Ella está a la espera de una cirugía, pues el corte afectó fuertemente el tejido de su pierna. Es la única que permanece hospitalizada en el Complejo Hospitalario San Luis de Soacha, a donde en un primer momento fueron trasladados 22 heridos. 

A 19 pacientes les dieron de alta porque presentaban heridas superficiales, mientras que otras dos mujeres fueron remitidas a la unidad de quemados del Hospital Simón Bolívar en Bogotá. 

"Una mujer tenía quemaduras en el 60 por ciento del cuerpo, mientras que la segunda paciente en el 40 por ciento", explicó a este diario Julián Castro, jefe de personal del centro médico.

Las personas remitidas habían ingresado al hospital San Luis en grave estado de salud. Una de ellas permaneció en Unidad de Cuidados Intensivos, mientras que la segunda estuvo en reanimación. 
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Según relataron empleados de la polvorería a este diario, todo pasó "muy rápido", en cuestión de segundos. El sonido de una detonación los alertó de lo que pasaba en una de las bodegas. De inmediato, entendieron que algo andaba mal pues la temperatura aumento y su vista quedó nublada por el humo y polvo. 

"Todo se llenó de humo y no se podía ver nada, ninguno veía y corríamos para buscar la salida", dijo un trabajador que salió ileso. 

Las quemaduras no fueron las únicas heridas presentadas, pues en medio del caos por intentar sobrevivir muchos sufrieron fracturas y contusiones, como es el caso de una empacadora de artículos de pirotecnia quien permanece hospitalizada en el Hospital Cardiovascular de Soacha.

"Todo el mundo lo que hizo fue resguardarse y luego buscaron cómo salir. Ella ayudó a algunos compañeros pero no podían ver nada y caían cosas del techo. Se golpeó una pierna y luego se la fracturó. Muchos salieron con fracturas así como ella porque las tejas se caían", dijeron los familiares de la joven de 29 años.

Por fortuna, policías del comando que queda a pocos metros acudieron al lugar y socorrieron en un primer momento a los heridos que salieron por sus propios medios, quienes además estaban aturdidos y en estado de shock.

"Se sentían como desubicados y atontados", dijo la madre de una de las trabajadores que permanece en el Cardiovascular, pues allí trabajaban más de 100 personas. 
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​Hasta dichos centros médicos llegó personal de la ARL para entrevistar y hablar con los afectados. La Unidad investigativa de EL TIEMPO conoció que la cabeza de esta empresa es Carlos Carvajal Castaño, presidente y representante legal suplente de la Federación Nacional de Pirotécnicos (Fenalpi).
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​Además de una persona fallecida, se sabe que hay un herido con quemaduras en el 90 por ciento del cuerpo y alguien más a quien intentan salvarle una de sus piernas. 
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​LAURA AVENDAÑO

REDACCIÓN ÚLTIMAS NOTICIAS