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Los detalles del aterrador crimen de Hildebrando Rivera
Accidente vial causó la muerte de mujer emberá y su hija y posteriormente el linchamiento de Rivera.
Hildebrando Rivera Gantiva tenía 60 años y desde el 2020 conducía un camión de basura de la empresa de aseo Ecosiecha. Foto: Archivo particular
“Uy, Dios mío, acabaron con el carro. Papito Dios, esto es un accidente. Dios mío, me van a acabar el carro. Ayúdenme”. Esas fueron las últimas palabras que salieron de la boca de Hildebrando Rivera Gantiva antes de que el pasado 25 de enero de este año fuera linchado por una turba enardecida en la vía que conecta a Funza con Siberia.
Esa plegaría, dicha con voz entrecortada y con sonidos de golpes de fondo, son parte de un audio de WhatsApp que el conductor de 60 años, oriundo de Guasca (Cundinamarca), le envió a su jefe Mario Calderón minutos antes de su muerte.
Uy, Dios mío, acabaron con el carro. Papito Dios, esto es un accidente. Dios mío, me van a acabar el carro. Ayúdenme.
La tragedia que enlutó a dos comunidades ocurrió a las 8:30 p. m. cuando Rivera Gantiva, trabajador que conducía un carro compactador de basuras de la empresa Ecosiecha, arrolló a Ermilda Tunay Sintua, de 36 años y embarazada, y a su hija Sara Camila García Tunay, de un año y nueve meses, mujeres de la comunidad emberá.
Aquel día, Ermilda y Sara Camila regresaban a la Unidad de Protección Integral del Idipron de La Florida (Engativá), donde solían pasar la noche, luego de estar todo el día en el Portal de la 80, lugar en el que se ganaban la vida vendiendo artesanías.
Desde ese lugar de la ciudad tomaron un bus intermunicipal. Se bajaron del vehículo un kilómetro antes del peaje, en un sitio con poca iluminación y frente a la zona franca de Intexzona. Allí, en el costado oriental de la vía, hay una salida que conecta con una carretera de 2,3 kilómetros que lleva hasta el complejo del Idipron.
Para tomar ese camino, Ermilda (quien llevaba a su hija colgada en la espalda) cruzó la vía. En ese mismo instante, Rivera Gantiva iba camino a su municipio, después de haber descargado la basura en el relleno sanitario Nuevo Mondoñedo.
Antes de que la mujer pudiera llegar al separador, fue arrollada y arrastrada por varios metros. Según el reporte de las autoridades de tránsito, Hildebrando se detuvo de inmediato, por lo que el cuerpo quedó varios metros adelante.
“Él me llamó, cuando contesté escuché mucho ruido, yo no le entendía bien. Su voz era de desesperación, pero alcancé a oír algo: ‘Don Mario, estoy en el camión y no me dejan bajar. Se me atravesó un muchacho, yo no lo vi porque todo estaba muy oscuro. Estoy en la vía de Funza’ ”, relató Calderón, gerente de la Empresa de Acueducto de Guasca, quien fue la primera persona en tener o con Rivera.
Trabajaba para la empresa Ecosiecha. Foto:Archivo personal
Tras lo sucedido, un grupo de indígenas que se encontraban en el albergue y que llegaron hasta el lugar para auxiliar a la mujer y la niña arremetieron contra el camión con piedras y palos. Esto obligó a Hildebrando a esconderse detrás de uno de los asientos del vehículo. Fue en ese momento cuando logró enviar el mensaje de voz que hizo estremecer a todo el municipio de Guasca.
"Mi tío era un ser humano que no se metía con nadie. Es más, siempre luchaba por el bienestar de las personas. Lo que sucedió con la mujer emberá y su bebé fue un trágico accidente. Él mismo lo dijo en un audio en el que pedía auxilio. A cualquier conductor le puede pasar algo así. Ahora la tristeza es porque la investigación no avanza. Necesitamos que capturen a los responsables de su muerte", dijo Yésica Rivera, su sobrina.
No pasó mucho tiempo antes de que los agresores lograran abrir una de las puertas del camión. Según el fiscal del caso, Luis Carlos García Tuabe, también emberá, fue la primera persona en ingresar al vehículo.
“Usted abrió la puerta del camión, le propinó varios golpes y se pudo observar en un video que le propinaron puñaladas con arma blanca”, señaló el fiscal del caso durante la primera audiencia.
En grabaciones difundidas en redes sociales también se ve cómo ni siquiera la intervención de los policías de tránsito que llegaron a atender el siniestro vial calmó la ira de los indígenas: ellos también recibieron puños y patadas por intentar defender a Hildebrando.
Desde Guasca, Calderón intentaba comunicarse con el conductor. Contó que realizó varias llamadas y que tras varios intentos logró que le contestaran. Al otro lado de la línea no escuchó la voz de Hildebrando. “Me dijeron que no llamará más, porque lo iban a matar”, dijo en aquel momento.
Tras la golpiza, con la ropa destrozada y su cuerpo cubierto por la sangre, fue trasladado en ambulancia hasta el servicio de urgencias del hospital de Engativá. Allí ingresó a las 9:46 p. m. con múltiples traumas en cráneo, tórax y abdomen, según reposa en el reporte entregado por la Subred Norte.
“Inmediatamente fue atendido por un grupo interdisciplinario de profesionales de la salud de la institución hospitalaria; en este momento presenta paro cardiorrespiratorio, ante lo cual se hacen las maniobras de reanimación a las cuales responde adecuadamente”, explicó la entidad en aquel momento.
En el centro hospitalario tuvo un paro cardiorrespiratorio que obligó a los médicos a realizar maniobras de reanimación. Aunque en principio, la idea era trasladarlo a la Unidad de Servicios de Salud Simón Bolívar, debido al riesgo por la inestabilidad de Hildebrando, tomaron la decisión de intervenirlo en el lugar.
Sin embargo, durante el procedimiento quirúrgico para control de daños, Rivera Gantiva sufrió un paro cardiorrespiratorio y falleció. Misma suerte corrieron Ermilda y Sara Camila, quienes fallecieron por el impacto del vehículo.
La investigación
El conductor fue linchado por de la comunidad indígena Embera. Foto:Archivo particular
Usted abrió la puerta del camión, le propinó varios golpes y se pudo observar en un video que le propinaron puñaladas con arma blanca.
En la tarde del 7 de febrero, agentes del CTI de la Fiscalía, investigadores forenses y la Policía Metropolitana de Bogotá regresaron al lugar de los hechos para tratar de recrear la escena y los hechos ocurridos la fatídica noche del 25 de enero.
La inspección desarrollada por el cuerpo técnico se inició en horas de la tarde, cuando se instalaron diferentes dispositivos, se acordonó el área y se dio inicio a una labor de escaneo que se extendió por 50 kilómetros a la redonda. Pero para poder recrear con exactitud los pormenores de los hechos, los investigadores llevaron hasta el lugar un camión de basura similar al que conducía Rivera la noche del accidente.
Con ese vehículo se hicieron las pruebas necesarias que permitieron rastrear paso a paso la línea de tiempo del siniestro y recolectar elementos probatorios y evidencia física que les permita a las autoridades establecer quiénes fueron los responsables del ataque al conductor.
Pero para obtener resultados más claros, las autoridades también realizaron la inspección en horas de la noche, en la misma franja en que ocurrió el accidente donde murieron la mujer emberá y su hija. Allí, el objetivo era verificar las condiciones de luz, visibilidad y clima de la vía para levantar las hipótesis necesarias sobre por qué se presentó el accidente.
La captura
La diligencia se lleva a cabo en el municipio de Funza y cuanta con participación de traductores. Foto:Fiscalía general
El 1.° de marzo de 2022, en horas de la mañana, el CTI de la Fiscalía y el Gaula realizaron un operativo de captura en contra de Luis Carlos García Tuabe en la Unidad de Protección Integral de La Florida, quien era el principal sospechoso por el linchamiento de Rivera. El capturado es oriundo de Bagadó (Chocó) y miembro de la comunidad indígena emberá-katío.
Horas después fue presentado ante una juez de control de garantías, quien le dictó medida de aseguramiento en centro carcelario. Si bien la máxima autoridad indígena del resguardo al que pertenece el sospechoso invocó su competencia para investigar y llevar bajo su jurisdicción el caso de homicidio, la Corte Constitucional determinó que el caso debía seguir bajo la justicia ordinaria.
Tras la decisión, el CTI de Cundinamarca acusó formalmente a Luis Carlos García Tuabe de participar en la agresión y asesinato de Hildebrando Rivera. Ahora, el caso debe iniciar su etapa preparatoria y dar paso al juicio para determinar su responsabilidad en el homicidio.