Los acuerdos a los que llegaron el Gobierno y el gremio de recicladores tras las manifestaciones en el norte de Bogotá

Las protestas no cesaron hasta que se abrieran las puertas para el diálogo. En este sentido, el día de ayer se creó la mesa de diálogo, una reunión para escuchar las peticiones del gremio reciclador, que comenzó a las 3 p. m y terminó a las 10:30 p. m. Estuvo presente la Comisión de Regularización de Agua Potable, Defensoría del Pueblo, Procuraduría General de la Nación, Ministerio de Vivienda, la Superintendencia de Servicios Públicos, Secretaría de Gobierno Distrital y la Uaesp.

En la otra parte, estaban 17 representantes de diferentes Asociaciones de recicladores de Bogotá que hicieron parte de las manifestaciones.

La concertación duró más de ocho horas y ambas partes llegaron a un acuerdo: la modificación del decreto 596 de 2016, que, según el gremio reciclador tenía varias aristas que perjudicaban a las asociaciones y también al trabajador.

Resulta que los recicladores tienen que presentar un catastro de s atendidos ante la Superintendencia de Servicios Públicos para que les realicen el pago mensual a las Asociaciones. Si no se entrega esta recopilación de datos, como ha ocurrido con varias organizaciones, el pago se aplazará y no habrá giro de dinero, o en otros casos especiales podrían incurrir en sanciones.

Lo que alegan las diferentes asociaciones es que este punto no tiene sentido, pues a ellos les pagan por tonelada de material aprovechado y no por número de s. Magda Barenas, líder de la mesa de diálogo y representante de la asociación Ecoalianza le explicó a EL TIEMPO que “esta recolección de catastro de s es complicada, costosa e innecesaria, ya que a nosotros nos pagan por tonelada de material aprovechado. Nosotros no contamos con los recursos para obtener y entregarle todas estas cuentas a la Superintendencia y por eso nos aplazan el pago hasta un año y medio”.

Además, también indicó que hay vacíos en el decreto, pues asume que los s entregan el material separado. “Nosotros somos los que separamos el material de las bolsas de basura, la gente no sabe separar. Esto no lo tienen en cuenta en la remuneración a los recicladores”.

Otro requisito del decreto que resulta incómodo para las Asociaciones de Recicladores es la carga prestacional de sus trabajadores, pues, según Barenas “a veces no contamos con los fondos económicos para asumir esos costos, entonces el reciclador se queda sin prestaciones”.

Dependiendo de la recolección del día, un reciclador se gana entre 20.000 y 40.000 pesos, trabajando 8 horas diarias. Además de recibir un bono mensual por parte de las Asociaciones y la Uaesp.

En los siete compromisos pactados desde la mesa de diálogo, por parte del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, en cabeza de Catalina Velasco, enviarán la última versión del proyecto modificatorio del decreto 596 de 2016 a los representantes de los recicladores el viernes 17 de mayo para que analicen y hagan parte de la participación ciudadana del proyecto, precisamente atendiendo estas solicitudes.

El martes 24 de mayo se publicará a participación ciudadana el proyecto modificatorio del decreto 596 de 2016.

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En los casos de aplazamientos de pago a las Asociaciones recicladoras por incumplimiento de los requerimientos, la Superintendencia de Servicios Públicos remitirá un cronograma de mesas de trabajo presencial para revisar cada caso, uno a uno, en el Sistema Único de Información, y llegar a un acuerdo en los casos de aplazamiento de las toneladas aprovechadas.

La entidad de Regulación de Agua y Saneamiento se compromete, por su parte, a que iniciará un ciclo de talleres pedagógicos, con 30 representantes de las organizaciones de recicladores para construir conjuntamente la propuesta de reformular el modelo tarifario de aseo de la ciudad.

Según Ruth Maritza Quevedo, directora ejecutiva de la CRA, dijo que “los recicladores serán remunerados con cada actividad laboral: recolección, transporte, separación, pesaje y almacenamiento”.

Con esta propuesta, el Gobierno pretende modernizar el sistema de recolección de basuras. Con rutas de residuos orgánicos, aprovechables y no aprovechables. Además de implementar una economía circular con los residuos de los ciudadanos, para dejar de llenar los botaderos y aprovechar el tránsito de los materiales aprovechables.

Quevedo afirmó que “hasta que haya el resultado de los estudios sabremos si la modificación de la tarifa se verá reflejada en el recibo de los s”.

Estos estudios implican revisar las bases del modelo de recolección y establecer un nuevo modelo en los próximos meses.