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Las peligrosas guerras de pólvora con las que ‘juegan’ en Bogotá: ¿qué hace el distrito?

Hay tres localidades donde más se presentan casos. Policía recibió 2.592 llamadas al 123 por pólvora

Voladores usados en guerra de pólvora en Bogotá Foto: Javier Nieto / Archivo EL TIEMPO

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Angel Nicolas Diaz Malpica

17.12.2024 21:50 Actualizado: 24.12.2024 00:00

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Aunque cada año se recuerda de manera enfática el peligro que representa el uso de pólvora, cada diciembre aparecen inescrupulosos en la ciudad poniendo en riesgo la vida de cientos de personas. En varios barrios de Bogotá se presentan cada noche las llamadas “guerras de pólvora”, una práctica con la que ciudadanos irresponsables lanzan voladores contra otras personas, ocasionando graves quemaduras. Aunque se vea como un juego, las autoridades lanzan alerta sobre el gran riesgo que representa.

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Cada noche en algunas cuadras de la capital, los habitantes festejan la temporada de Navidad y Fin de Año. Aunque la mayoría celebra acatando las normas, la fiesta termina opacada por culpa de unos cuantos que, a pesar de los llamados institucionales, siguen utilizando pólvora.

Cuando la noche ya avanza y se hace cada vez más tarde, en las esquinas de algunos barrios de la ciudad se empiezan a ubicar jóvenes con una gran cantidad de voladores incrustados en tubos de plástico. Están a punto de protagonizar una escena que, para algunos expertos, parece terrorista.

Videos muestran cómo disparan voladores a través de tubos de pvc Foto:Tomados de redes sociales

En el momento en que los grupos de adolescentes se ubican a una distancia de más o menos 40 metros, proceden a hacer una señal para que ambos enciendan la mecha de los voladores y empezar a correr en dirección hacia las otras personas. El propósito es lanzar estos voladores hacia los demás, quienes deben esquivar el proyectil para evitar quemaduras.

Por más de cinco minutos dura la primera batalla que simula un enfrentamiento real en el que cada par de segundos un volador se prende y sale horizontalmente hacia el cuerpo de los otros jóvenes que participan. Pero este solo es el comienzo de una jornada de varios enfrentamientos que puede durar hasta una hora, quemando decenas de voladores.

Las cuadras, oscuras en su mayoría, terminan encendiéndose con colores rojos, verdes, amarillos y blancos de la pólvora que estalla y viaja a toda velocidad a una altura de casi un metro. La música decembrina que sale de los parlantes de algunas viviendas del sector termina opacada por los duros estallidos de los voladores que explotan luego de salir de las bazucas improvisadas.

Mecha de los voladores son quemados y salen disparados Foto:iStock

“Desde el 1 de diciembre empiezan estas guerras y los 7 de diciembre es inaguantable vivir. Esta situación provoca que muchos residentes del barrio se vayan esa noche porque no se puede dormir. El año pasado hubo una vecina que le pasó un volador por el cuello y resultó herida”, le dijo a EL TIEMPO un residente del barrio La Perseverancia, uno de los barrios donde, dicen, hace 30 años se presentan estos eventos.

A su vez, sienten que hay un peligro inminente por la falta de control de esta práctica. En muchos casos, esta irresponsable práctica puede poner en riesgo, además de sus propias vidas, sus casas. “La gente teme por sus predios, puede que se estalle una ventana, o se incendie algo. Es insostenible vivir en las calles donde se hace este espectáculo, porque también afecta a familiares enfermos o incluso mascotas”, explicó un habitante del sector.

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Este escenario se repite por varias noches de diciembre cada año en distintos barrios como el mencionado o Kennedy Central. Desde la Policía Metropolitana de Bogotá tienen identificadas varias zonas en las localidades de Bosa, Kennedy y Suba, donde es frecuente que se realicen este tipo de maniobras peligrosas con pólvora.

Además, no solo se presentan casos donde disparan artesanalmente voladores, como fue descrito anteriormente, sino que EL TIEMPO conoció que algunas personas arrojan a la vía pública totes, mechas o volcanes explotando cerca de vehículos y bicicletas que pasan por allí, poniendo en riesgo la vida de más personas.

Justamente, las autoridades distritales ya tienen conocimiento de esta situación y anunciaron que se intensificarán los operativos para atacar esta problemática.

“Tenemos barrios en los que hay guerra de voladores y eso es absolutamente inconsciente. Las lesiones son permanentes. Con el inicio de las novenas nos vamos a redoblar en las zonas que tenemos identificadas con alta presencia de pólvora. Pero necesitamos la denuncia ciudadana”, explicó Miguel Silva, secretario General de la Alcaldía de Bogotá.

Preocupación por aumento de quemados con pólvora en Bogotá en diciembre — Autoridades llaman atención sobre juegos con pólvora Foto:CITYTV

Para esta problemática, existe una regulación que permite el uso de pirotecnia, pero solo en manos de profesionales. Se trata de la ley 2224 de 2022, que establece medidas para el uso, fabricación, manipulación, transporte, almacenamiento, comercialización y expendio de pólvora y productos pirotécnicos.

Como indica la ley, solo está permitida la venta y manipulación de pólvora por expertos en condiciones controladas, especializadas y con un estricto protocolo de atención en caso de emergencias. No obstante, en la ciudad muchos bogotanos acceden fácilmente a mercados ilegales de pólvora sin regulación alguna. Esta situación es aún peor cuando algunos adquieren pólvora fabricada con fósforo blanco, una sustancia tóxica que está prohibida por la ley.

Este incumplimiento de la norma contribuye al crítico panorama de salud que vive la ciudad en este diciembre. Las salas de urgencias y pabellones de quemados en los hospitales de Bogotá cada vez están más llenas. Con corte al 17 de diciembre, la cifra de quemados en la ciudad ascendió a 67 víctimas. De acuerdo con cifras entregadas por la Secretaría de Salud, 25 son menores de edad, 10 menores de 5 años y 7 entre los 5 y 12 años.

Con respecto al año pasado, este año hay 42 por ciento más quemados Foto:Archivo EL TIEMPO

Esta situación representa un incremento del 42 por ciento con respecto al año pasado, panorama que alerta a la cartera de Salud. Además, uno de cada tres quemados en la ciudad lo hace con un volador, elemento utilizado en estas llamadas guerras.

La estrategia de la entidad ha sido aumentar los operativos para lograr la incautación de pólvora en la ciudad. Hasta el 15 de diciembre llevan decomisados dos toneladas de objetos pirotécnicos que representan 271.399 unidades entre voladores, totes, volcanes, rositas, entre otros.

“El llamado a las familias es para que no compren pólvora. Hay mil formas de divertirse y la decisión más absurda es llevarles pólvora a los niños y a los vecinos”, advirtió Gerson Bermont, secretario de Salud de Bogotá.

De acuerdo con la entidad, esta sería la mayor incautación de la historia, realizada a través de más de 540 operativos y 126 cierres de establecimientos. Se han ejecutado principalmente en las localidades de La Candelaria, Santa Fe, Los Mártires, Ciudad Bolívar y Rafael Uribe Uribe.

A su vez, la Policía Metropolitana de Bogotá explicó que en el mes de diciembre han ingresado a la Línea de emergencias 123, 2.592 llamadas de incidentes asociados a la fabricación, porte, venta y manipulación de pólvora.

Por estos casos, se han impuesto 83 comparendos en toda la ciudad a quienes infringen la norma y ponen en peligro la vida de los bogotanos manipulando elementos pirotécnicos.

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NICOLÁS DÍAZ MALPICA

Escuela de Periodismo Multimedia EL TIEMPO

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