¿Qué tan cierto es que el sistema Chingaza se va a quedar sin agua? Esto opinan el alcalde Carlos Fernando Galán y los expertos

El alcalde Carlos Fernando Galán respondió vehementemente a la afirmación del presidente Gustavo Petro, quien dijo, durante una reunión con uniformados del Ejército Nacional, que “En enero, febrero y, sobre todo, marzo, el embalse que abastece de agua potable a Bogotá podría llegar, quizá, a cero. ¿Ustedes se imaginan lo que tendríamos que hacer en una ciudad de más de 8 millones de habitantes sin agua? Esta situación, que podría ponernos en emergencia, podría acabar con la especie humana”.

Frente a semejante alerta del jefe máximo del Estado, el mandatario capitalino dijo que hay que ser muy responsables al hablar sobre este tema y que no hay ningún sustento técnico que permita demostrar que la afirmación de Petro es real. “En temas tan críticos como el al agua hay que ser muy cuidadosos y muy responsables”.

Explicó que frente a la crisis por el abastecimiento del líquido se han tomado medidas “con sustento técnico” y que, aunque han sido difíciles, gracias a estas, se está sorteado la situación. “Una es el racionamiento, pero también el avance en la capacidad de Tibitoc, del agregado norte para tratar agua. Esto nos ha permitido resolver la problemática y garantizar que tengamos agua el próximo año”.

Frente a la afirmación del presidente Gustavo Petro agregó que hay que aclarar que Bogotá trae agua de varios sistemas, del Sur que trae el líquido de la planta El Dorado que es de Chisacá, de La Regadera, la Cuenca del Tunjuelo, que viene del Sumapaz, el agregado de Chingaza, de la planta de tratamiento Francisco Wiesner, del embalse de Chuza y del embalse de San Rafael.

Añadió que si bien el sistema Chingaza ha traído históricamente el 70 por ciento del agua a la capital, el Distrito se ha preocupado por reducir eso a un 50 por ciento al año y que eso se ha logrado trayendo más líquido del agregado norte. “Es importante explicarle a la ciudadanía cómo funciona el sistema porque Chinganza ha tenido una presión este último año, pero no es el que trae toda el agua a Bogotá. Traía el 70 por ciento, ahora el 50 por ciento y estamos buscando que traiga menos si la CAR nos permite con la concesión ampliada traer más agua del agregado norte”.

Añadió que esta semana La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) recomendó no declarar situación de desastre por sequía y desabastecimiento de agua por los bajos niveles de los embalses en Bogotá.

El director general de la entidad, Carlos Carrillo Arenas, lideró  el Comité Conjunto Nacional para el Conocimiento del Riesgo y el Manejo de Desastres, en el cual se recomendó no declarar la situación de desastre en Bogotá y acogerse a la declaratoria vigente por el fenómeno de El Niño (Decreto 037-2024).

Específicamente, las entidades sugieren incorporar acciones en el Plan de Acción Específico del Decreto 037 para así mitigar el desabastecimiento de agua en la ciudad, tales como explorar aguas subterráneas y coordinar la entrega de información del Acueducto de Bogotá a las entidades nacionales para hacer seguimiento a la situación hidrológica.

Además, el comité concluyó que, bajo las condiciones actuales, manteniendo el racionamiento de agua hasta marzo de 2025 y haciendo un monitoreo constante de las medidas, no existen evidencias fácticas para una declaratoria de desastre.

La gerente general de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, Natasha Avendaño, comentó: “Para nosotros es importante esta decisión, porque se demostró que las acciones que se han venido tomando de manera articulada para reducir la presión sobre el sistema Chingaza han dado resultado”.

Según la Alcaldía de Bogotá, el nivel del sistema Chingaza se encuentra en el 44,25 por ciento, ocho puntos por encima del nivel crítico, que está definido en el 36 por ciento. El comité le reiteró el llamado a la población a colaborar con las medidas de ahorro y estar al tanto de las recomendaciones oficiales, ya que futuras decisiones sobre racionamientos dependerán de las condiciones climáticas y del comportamiento del consumo.

Frente a la probabilidad de que no llueva en los embalses, Galán  explicó que la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EEAB) hace una especie de predicciones para revisar varios escenarios posibles y que uno de estos, algo no esperado, es que no llueva. “Aun ese escenario, el más extremo de todos, en donde no habría ningún tipo de afluencias en el sistema Chingaza, tampoco nos quedaríamos sin agua en marzo porque hay un colchón para dos meses más”.

Una de las opciones que el alcalde dijo, sí recibieron del Gobierno Nacional, es aumentar la capacidad de la recolección de aguas lluvias en los hogares colombianos y que eso sí se está evaluando, aunque no es tan fácil porque se trataría de instalar un sistema para los meses de octubre y noviembre y tiene un costo millonario. “Eso cuesta entre tres y cinco millones por vivienda y serían unas 300.000. No es un proceso inmediato ni fácil y no sabemos aún el impacto real de esta medida. Vamos a sentarnos con la Nación para ver cómo coordinamos, pero eso no se logra en 15 días”.

Añadió que el metro de Bogotá sí va a tener la capacidad de almacenar cerca de 2.165 metros cúbicos de agua lluvia para utilizar en sus baterías sanitarias y que todas las viviendas del Plan en la capital, una 60.000 de interés social y prioritario, van a tener sistemas de reutilización de aguas. “Además, vamos a mejorar 12.000 viviendas con sistemas de reutilización de aguas lluvias. Pero todo eso es un proceso. Se hará gradualmente”.

También explicó que se le solicitó a la Corporación Autónoma Regional (CAR) analizar la petición de poder pasar de 8 metros cúbicos por segundo a 9.5 metros cúbicos por segundo del agregado norte para seguir bajando la presión en Chingaza y darle más vida útil al agua que allí se deposita y preservarla más.

Finalmente, recomendó a la ciudadanía que, en esta época de lluvias, van a hacer una vigilancia más exhaustiva al sistema de drenajes para evitar encharcamientos, pero que es necesario que la ciudadanía se concientice de hacer un mejor manejo de los residuos para no afectar los sumideros. “Si la gente bota basura va a generar inundaciones”.

La EEAB suministra agua potable a la capital del país y a diversos municipios aledaños y de la Sabana de Bogotá, utilizando el Sistema Chingaza que está compuesto por los embalses San Rafael y Chuza, de donde salía tradicionalmente el 70 por ciento del agua potable que se requiere para atender esta demanda. El tratamiento del agua se logra en la planta Wiesner.

De la planta Wiesner, que hace parte del Sistema Chingaza, se suministra agua no solo a la capital a los municipios aledaños a Bogotá como: Soacha, La Calera, Funza, Mosquera y Madrid.

Según el director de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), Alfred Ignacio Ballesteros, las lluvias de los últimos días no han representado un aporte significativo al nivel de los embalses del centro del país y aun cuando se registraron crecientes súbitos en algunas fuentes hídricas que surten la cuenca del río Bogotá las variaciones no alcanzan a estar por encima del 1 por ciento. “En octubre ha llovido un 50 por ciento  menos de lo que llovió en el mismo mes del 2023, es decir que a pesar de los aguaceros que hemos tenido en el centro del país en las últimas 48 horas, no hemos llegado ni siquiera al promedio histórico de esta época de lluvias propia de la región Andina”, explicó el funcionario.

Advirtió que es necesario que las precipitaciones se den en las zonas de recarga hídrica y en las microcuencas abastecedoras de fuentes y ríos que alimentan los embalses. El director reiteró que que mientras que el agua que sale de los embalses siga siendo superior a la que entra, no será posible ver aumentos significativos en sus niveles. “No se nos puede olvidar que a diario estamos extrayendo agua y que un embalse no se llena de un momento para otro, pues hay sistemas que requieren 3 o 4 temporadas de lluvias para recuperar gradualmente su capacidad”, dijo Ballesteros.

Andrea Devis Morales, PhD en Oceanografía y profesora de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad del Rosario, explicó que hay que entender que el agua que llega a la zona del embalse de Chingaza proviene de diferentes orígenes. “Gran parte de los aportes que caen en esta zona provienen de las cuencas del Amazonas y la Orinoquía. Más o menos un 50 por ciento. Esto es lo que hace que, durante el año, entre abril y julio, el sistema se llene y que lo que entre sea mucho mayor a lo que sale”.

Añadió que el resto del año el agua proviene de otros lados como el Pacífico o el Atlántico y de lo que cae directamente sobre la región Andina. “Lo que vivimos este año fue las consecuencias del fenómeno de El Niño. Esto produjo una reducción en las precipitaciones y el embalse no se llenó como esperamos, en un 70 por ciento, solo alcanzamos un 51 por ciento”.

Lo que pasó después, añadió la experta, es que comenzamos a vivir es que no había presencia de ningún tipo de fenómeno y las condiciones en el océano y en la atmósfera están en una neutralidad. “Esto ha hecho que los patrones de lluvias propios de la época no se hayan recuperado. No obstante, estamos teniendo en este momento desde octubre en adelante la zona de convergencia intertropical encima de nosotros. Está lloviendo lo que tiene que llover y esto ayuda a que el embalse no se vacíe tan rápido”.

Explicó que en este momento los aportes por la lluvia de la región Andina del agua que vienen del Caribe y del Pacífico es lo que hace que el nivel de los embalses no haya disminuido tan rápidamente. “Eso sí, el aporte de estas cuencas es mucho menor de lo que aporta el Amazonas o el Orinoco, entonces sí estamos en un momento bastante crítico en temas de agua y en este momento lo que se está haciendo para fortalecer los racionamientos, limitar el consumo de agua, es fundamental”.

Para la experta lo más importante es que la ciudadanía entienda que hay que bajar los consumos y que el Distrito les apriete el cinturón a la industria y al comercio. “Si sigue lloviendo dentro de los valores normales, podríamos salir de la crisis. Es poco probable que lleguemos a un cero absoluto del nivel de los embalses. Puede que lleguemos a un nivel de llenado muy bajo y que estos queden muy debilitados y ahí sí sería posible aumentar los tiempos de racionamiento. De ahí la importancia de bajar los consumos para salir de la crisis en febrero o marzo”.

Benjamín Quesada, climatólogo, profesor y director del pregrado de Ciencias del Sistema Tierra de la Universidad del Rosario, dijo que la afirmación del presidente Gustavo Petro es exagerada en las circunstancias actuales, debido a que todo lo que pase depende mucho de las decisiones que se van a tomar a nivel distrital en materia de racionamiento y de factores climáticos que se evidencien en los próximos días. “Además, tenemos un margen de seis meses, es decir, tenemos un margen de maniobra para lograr que se reduzca el consumo. No todo depende de Chingaza, también de decisiones técnicas”.

Dijo que aún se tiene un margen de maniobra para lograr que se reduzca el consumo. “Aunque La Niña sea débil y de corta duración, de todas formas, habrá algunas lluvias adicionales”.

Explicó que, aunque no hay proyecciones de que los embalses lleguen a cero, que lleguen a estar en un 10 o 20 por ciento de llenado ya sería motivo de preocupación. “Esto debido a que el agua tiene una carga de sedimentos muy alta y un embalse con esos porcentajes ya no estaría funcionando bien”.

El experto quiere resaltar la importancia de que, en esta coyuntura, los gobiernos nacional y distrital manejen transparencia en la información. “Esto es absolutamente fundamental para que los discursos tengan mayor credibilidad y por ende mayor aceptación de la ciudadanía”.

Quesada dijo que no es posible que en 2024 no se conozcan proyecciones diarias o mensuales en términos de disponibilidad del recurso hídrico. “La academia debería poder verificar esto, ya que el alcalde y el presidente no se pueden poner de acuerdo. Se necesitan evidencias científicas y no proyecciones exageradas”.

CAROL MALAVER

SUBEDITORA BOGOTÁ

Escríbanos a [email protected]