Detalles del golpe al crimen en San Bernardo: cuatro capturados y arsenal incautado en operativos policiales

En un nuevo golpe contra el crimen organizado en Bogotá, las autoridades capturaron a cuatro personas en flagrancia y decomisaron armas, drogas y dinero en efectivo durante una serie de operativos en el barrio San Bernardo.

La ofensiva, liderada por la Policía Metropolitana en coordinación con la Fiscalía General de la Nación, incluyó ocho diligencias de allanamiento y registro, en las que se incautaron dos granadas, 300 dosis de marihuana, 75 dosis de cocaína, 170 dosis de bazuco y cinco millones de pesos en efectivo. Además, se recuperó una motocicleta robada el pasado 9 de febrero.

Estos operativos hacen parte de una estrategia sostenida para debilitar las estructuras criminales dedicadas al tráfico de estupefacientes en la zona. La Policía ha reforzado su presencia con planes de prevención y control para hacer frente a estas bandas y garantizar la seguridad en el sector.

El barrio San Bernardo ha sido escenario de hechos violentos en las últimas semanas. El pasado 18 de febrero, una explosión generó pánico entre los residentes y comerciantes cuando una granada de fragmentación fue detonada en la calle 3A con carrera 10A. Este ataque dejó un saldo de una persona muerta y siete heridas.

Las investigaciones apuntan a que el atentado fue perpetrado por un hombre a bordo de una motocicleta, quien arrojó el explosivo contra un grupo de personas antes de huir. Las autoridades han identificado que la mayoría de los afectados tienen antecedentes criminales, lo que refuerza la hipótesis de un enfrentamiento entre bandas por el control del microtráfico.

Apenas seis días después, el 23 de febrero, otro ataque con granada se registró en la carrera 10 con calle Sexta, dejando dos personas heridas y causando la muerte de un perro. En esta ocasión, la rápida acción policial permitió la captura de un sospechoso.

Fuentes oficiales confirmaron que el detenido tras el segundo atentado es Henderson José Torres Navas, un hombre de 24 años con un historial criminal que incluye delitos como terrorismo, porte ilegal de armas de uso restringido, lesiones personales y maltrato animal.

Las autoridades investigan su relación con la banda conocida como Los Venecos, grupo criminal que disputa el control de territorios en la zona. Además de esta organización, en San Bernardo también opera Los Costeños, una estructura delictiva que ha sido señalada por homicidios y tráfico de drogas. Ambas bandas libran una violenta lucha por las rentas criminales, lo que ha incrementado los ataques con explosivos en la localidad.

Expertos en seguridad advierten que la violencia en San Bernardo es solo una parte de un problema más amplio en el centro de Bogotá. Hugo Acero, exsecretario de Seguridad, destacó la necesidad de una intervención integral que combine estrategias de seguridad con planes de renovación urbana. “La recuperación de San Bernardo debe ser parte de un proyecto mayor que abarque barrios como Las Cruces, Santa Fe, La Estanzuela, San Victorino y San José, además de preservar sectores históricos como La Candelaria y Egipto”, afirmó.

José Orlando Carrillo, especialista en seguridad, advirtió que, aunque los operativos policiales son fundamentales, se requiere una estrategia a largo plazo para mejorar las condiciones de vida en la zona. “El deterioro de San Bernardo ha sido causado por la falta de control estatal. Allí se cometen delitos graves como abuso sexual y trata de personas. Es urgente una intervención social y económica que acompañe las acciones de seguridad”, señaló.

Por su parte, el secretario de Seguridad de Bogotá, César Restrepo, subrayó la importancia de controlar el tráfico de armas y explosivos en la ciudad. “Bogotá no produce granadas. Estas llegan desde afuera y deben ser interceptadas antes de que caigan en manos criminales”, afirmó.

Las autoridades continúan con operativos y estrategias de inteligencia para evitar nuevos ataques y recuperar la seguridad en el sector. Sin embargo, expertos advierten que sin un plan integral de intervención social y económica, la violencia podría seguir escalando en la zona.

CAROL MALAVER

SUBEDITORA BOGOTÁ

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