En los primeros cinco meses del año, en
Bogotá hubo una reducción del 2,7 por ciento en el número de homicidios. Esto significa que se cometieron 11 asesinatos menos en comparación con el mismo periodo del 2019.
Sin embargo, hay algunos hechos que inquietan.
El primero tiene que ver con que analistas y expertos esperaban que la disminución en la cuarentena fuera más alta, teniendo en cuenta que la circulación de ciudadanos se redujo notablemente.
Por otro lado, preocupa que en febrero, antes de que comenzara el aislamiento, se reportaron 35 casos más que en el mismo mes del 2019.
En marzo, cuando se inició la cuarentena, se reportaron 11 casos menos frente al año pasado, cifra que, según explicó el secretario de Seguridad,
Hugo Acero, pudo ser menor de no haber ocurrido el motín del 21 de marzo en la cárcel La Modelo, en el que murieron 23 internos. Hechos que están investigando las autoridades, y que fueron sumados como asesinatos en las cifras oficiales.
En abril la reducción fue significativa, con 32 casos menos, pero en mayo, con todas las excepciones que desde el Gobierno Nacional se dispusieron para empezar la reactivación económica, volvió el alza con un caso más.
“Cuando uno mira las cifras de homicidios, y se mira la posible causa de muerte, todavía hay una nebulosa grande, cercana casi al 40 por ciento, que no se sabe qué ocurrió. O sea, no hay datos. Sí, la persona se encontró muerta, se encontró con golpes o una puñalada, pero no sabemos si lo mataron por ajuste de cuentas, sicariato, si lo iban a atracar, o si fue una riña”, manifestó Acero.
A esto se suma la inquietud de Ómar Oróstegui, director de
Bogotá Cómo Vamos, quien afirma que tomando como referencia las cifras del 2019, en el 91 por ciento de los casos no se cuenta con información de localización de ocurrencia, solo se menciona la localidad.
A juicio de Oróstegui, no hay información lo suficientemente clara como para aplicar políticas criminales más efectivas, ya que las condiciones de las localidades cambian en cada UPZ e incluso en cada barrio.
Andrés Nieto, experto en seguridad ciudadana de la Universidad Central, manifestó que para el caso de
Bogotá, detrás de los asesinatos habría tres fenómenos en los que las autoridades deberían centrar sus esfuerzos.
El primero tiene que ver con una dinámica de disputas territoriales y, en consecuencia, de lo que es conocido como ajustes de cuentas entre bandas delincuenciales, no solo de microtráfico, sino incluso de hurto, préstamos gota a gota,
‘tierreros’, entre otros.
Un factor adicional estaría relacionado con problemas de convivencia e intolerancia entre vecinos y familiares que no resuelven de manera adecuada sus problemas. “Y lo último, y es un indicador que aumenta, es el tema de armas. El 52,3 % de los homicidios se cometen con armas de fuego; 38 %, blanca, se requiere un plan de desarme muy serio”, propuso Nieto.
Homicidios y aislamiento
Una de las primeras conclusiones que estarían arrojando los datos sobre los homicidios en época de
cuarentena, principalmente sobre los ocurridos en el mes de mayo, es que la hipótesis que se ha valorado por mucho tiempo sobre la incidencia de la rumba en este delito, quedaría sin piso.
En mayo del 2019, con discotecas y bares abiertos, hubo 98 asesinatos, mientras que en el mismo mes del 2020, con estos establecimientos cerrados, hubo 99. El secretario de Seguridad reconoció que este, así como otros aspectos, está siendo analizado para dirigir de una manera más precisa los esfuerzos y de este modo contrarrestar este delito.
Acerca de la razón por la cual los homicidios no se redujeron en este tiempo de la manera como se esperaba, señaló que hay varias explicaciones. La primera de ellas tiene que ver con que el pie de fuerza de la Policía de
Bogotá se diezmó en al menos 3.500 policías, ya que se tomó la decisión a nivel nacional, debido a covid-19, de reducir en un 20 por ciento el personal.
“La Policía está haciendo labores más allá de su tarea habitual, está ayudando a entregar mercados, atendiendo protestas y marchas porque no hay alimentos, está ayudando en áreas de confinamiento como Kennedy, en Corabastos y demás, tenemos menos policías con más tareas”, precisó el funcionario.
Adicionalmente, algunos de los indicadores que arrojan las recientes cifras sobre homicidios dejan ver que la concentración de los hechos sigue estando los fines de semana y en las noches. Entre el sábado y el domingo ocurren el 44,9 por ciento de los hechos, y el 52,1 % de estos suceden en la franja nocturna.
“¿Los fines de semana tengo los suficientes fiscales, jueces y policías? Cuando tengo más enfermedad tengo menos gente. Estos datos no podemos verlos solo con el número grueso del mes, estamos mirando caso a caso, qué es lo que hay detrás”, reconoció Acero.
Finalmente, esta istración, a la luz de lo que quedó consignado en el Plan de Desarrollo, deberá pasar de un promedio de 1.052 homicidios (que fue el número reportado en el 2019) a una cifra cercana a los 800 en un año.
Solo de esta manera se podrá cumplir con la meta propuesta de reducir la tasa de asesinatos en la que se encuentra la ciudad de 13,9 por cada 100.000 habitantes a 9,9 al término del cuatrienio.
EL TIEMPO
Twitter: @BogotaET