Al nivel de las copas de los árboles, en el humedal Juan Amarillo se empezó a construir un paso elevado peatonal, en concreto, que acortará más de 40 minutos el tiempo de desplazamiento de los ciudadanos que pasan del barrio Lisboa (
Suba) a Ciudadela Colsubsidio (Engativá).
Con la construcción de este corredor, que se entregará en diciembre del 2019, el Acueducto de Bogotá busca crear un paso seguro para los ciudadanos, proteger el humedal –que actualmente es impactado por quienes lo cruzan por unos 10 caminos informales e improvisados– y facilitarles a los habitantes de Engativá mejor a servicios como transporte y equipamientos urbanos, con los que no cuentan.
Así será el paso peatonal
El paso elevado se ubicará sobre la parte baja del humedal (ver gráfico) y consta de 1,2 kilómetros de longitud, distancia que se recorrería entre 5 y 10 minutos, si es caminando o en bicicleta, pues tendrá ciclorruta.
Será construido en un material prefabricado en concreto postesado y también contempla parqueaderos para ‘bici’ y dos aulas ambientales ubicadas en ambas entradas del sendero, una en Ciudadela Colsubsidio y la otra en Lisboa.
La inversión es de $ 14.759 millones y beneficiará a más de un millón de habitantes del occidente de la ciudad. En septiembre de 2017 comenzaron los estudios y diseños, en octubre de 2018 se inició la obra y terminaría en diciembre de 2019.
Adiós a cruzar sobre tablas
De tubos, tablas e incluso piedras son los pasos peatonales actuales que algunos ciudadanos fueron creando, sin ninguna regulación ambiental ni policial. “Este humedal es una zona protegida y abrir caminos peatonales informales provoca afectaciones en una zona especial”, agregó el Acueducto.
Otro de los argumentos para la construcción es que, de acuerdo con estudios arquitectónicos, “esta conexión garantiza a los habitantes de Lisboa el a más servicios de ciudad que tenemos sobre el costado de Ciudadela. Además, en la composición urbanística del primero ya no queda espacio para lograrlo”, enfatizó el Acueducto.
Por ejemplo, cuando un ciudadano sale de Lisboa y quiere llegar a Ciudadela (y viceversa) debe buscar una calle principal como la avenida Suba, la avenida Ciudad de Cali o la calle 80 para llegar a su destino, y este recorrido puede tardar una hora.
“Los ciudadanos de Suba van a poder ir en bicicleta y ahorrarse casi un millón de pesos al año en transporte. Será una ciudad más integrada ambientalmente y socialmente”, destacó el alcalde
Enrique Peñalosa.
¿Un impacto ambiental?
Grupos de veeduría y comunidades aledañas han expresado su desacuerdo con el proyecto.
“La comunidad no les ha aprobado nada. ¡Exigimos que cumplan con la mesa de concertación ya!”, es una de las frases que ha usado la mesa ciudadana Cortijo Tibabuyes para expresar su desacuerdo.
Para Jorge E. Escobar, director de la Fundación Humedales Bogotá, “las obras planteadas dentro del proyecto son de gran impacto e incluyen umbrales y senderos elevados con pilotes, que requieren el ingreso al humedal de maquinaria pesada de perforación”.
Viviana Rodríguez, asesora del Acueducto, argumentó que los pilotes serán de material prefabricado en concreto postesado, lo que permite mínimos apoyos en el borde sur del humedal y unas bases de los pilotes que permitan el paso del agua.
Tiene dos efectos principales que amenazan la persistencia de las especies, denominados el efecto barrera y el efecto de borde
De acuerdo con Jorge, la interrupción en el tránsito de la fauna ocurre cuando un hábitat grande y continuo se reduce y se subdivide en dos o más fragmentos. “Tiene dos efectos principales que amenazan la persistencia de las especies, denominados el efecto barrera y el efecto de borde”, agregó Escobar.
Sin embargo, el Acueducto argumentó que al ser una estructura elevada evita el fraccionamiento del ecosistema. “Es totalmente permeable y permite el paso de la luz y el agua evitando fraccionamiento y así protege el entorno en el que nos encontramos”, argumentó la empresa.
El director también compartió que gran parte de la comunidad “no conoce los estudios técnicos pertinentes, desconociendo impactos ambientales en el ecosistema”; sin embargo, según el Acueducto, se han hecho nueve reuniones con vecinos de Suba y Engativá, en las que asistieron 280 vecinos y se repartieron 3.600 volantes.
De otro lado, vecinos de Ciudadela Colsubsidio temen por la inseguridad. “Para nadie es un secreto que Lisboa es uno de los barrios más peligrosos de Suba, no queremos que la inseguridad que ya hay en nuestro barrio aumente”, agregó un residente.
De acuerdo con el Acueducto, se instalará alumbrado y cámaras a lo largo del sendero peatonal, además una empresa privada vigilará el sendero.
Los cambios en el tiempo del humedal en el pasado
1951: Se ubicaba en área rural y era una laguna a donde llegaban las aguas de procesos de infiltración.
1977: Aunque el cuerpo de agua comienza a desaparecer por sedimentación, este año fue reconocido como un humedal.
1998: El espejo de agua prácticamente es nulo; está sedimentado y comienza la actividad urbana en su entorno.
2002: Las orillas del tercio alto del humedal (avenida Cali entre las carreras 91 y 100) son ocupadas ilegalmente por el barrio El Japón. Alcaldía adquiere estos predios e inicia el proceso de recuperación del espejo de agua.
2016: La Alcaldía encontró que vuelve a estar cubierto de buchones, basuras y objetos ajenos al humedal, justo en donde se había recuperado en el 2002. Retiran 10.528 toneladas de material vegetal y la recuperación de 15.2 hectáreas de espejo de agua.
SARA DANIELA CAICEDO
REDACCIÓN EL TIEMPO ZONA