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Las denuncias del mal estado del Colegio INEM de Kennedy: 6.000 estudiantes afectados

Los jóvenes y la Contraloría de Bogotá denuncian múltiples fallas en la infraestructura del plantel.

Laura Valentina Mercado

PERIODISTA DE BOGOTÁ05.03.2024 18:16 Actualizado: 06.03.2024 00:00

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Desde hace una semana, alrededor de 50 estudiantes del Colegio INEM Francisco de Paula Santander, en la localidad de Kennedy, se tomaron por vías de hecho la institución. Según los estudiantes, la infraestructura no es la adecuada y no cuentan con una cafetería hace aproximadamente dos años.

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“Los salones de ciencia se están cayendo a pedazos, las paredes cuando uno les pega se mueven, los techos están en pésimo estado y los baños no sirven. Desde hace tres días nos cortaron la luz”, le comentó a este diario Juan Diego Peláez, uno de los jóvenes que se encuentran en la protesta.

En la institución, al parecer, tampoco hay suficientes profesores. “Uno de los detonantes es la reubicación de 26 docentes. Los estudiantes se mantienen libres porque hay clases que no cuentan con personal. El señor rector dice que es porque se pasó de tener más de 7.000 estudiantes a 5.900”, dijo Luz Dary Vanegas, una de las madres de familia.

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Los baños y en especial las baterías sanitarias
no están en servicio — Los baños y en especial las baterías sanitarias no están en servicio Foto:Archivo particular

Ante las múltiples denuncias hechas por los estudiantes y los llamados del Concejo de Bogotá, la Contraloría Distrital realizó una visita de verificación en las instalaciones del colegio.

Hay un deterioro evidente en las áreas deportivas, tanto de primaria como de bachillerato, que impiden el uso de los estudiantes

Andrés Rojas, director sectorial de Educación del organismo de control, le dijo a EL TIEMPO que tras la diligencia se pudo establecer que “hay un deterioro evidente en las áreas deportivas, tanto de primaria como de bachillerato, que impiden el uso de los estudiantes”.

De la misma forma, quedó en evidencia que los ascensores para personas en condición de discapacidad no estaban funcionando y que las zonas para prácticas industriales están cerradas debido al grave deterioro. Los baños y en específico las baterías sanitarias tampoco están en servicio.

Lo más grave de esta situación, según la Contraloría, es que cerca de 5.930 niños y jóvenes de ambas jornadas, diurna y nocturna, no están recibiendo “comida caliente preparada en sitio”, debido al cierre permanente de la cocina y el comedor escolar. Es decir, no se les suministra el Programa de Alimentación Escolar (PAE).

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“La comida caliente preparada en sitio, como dice la norma, tiene un valor nutricional más alto que el refrigerio industrializado que se les da a los estudiantes (...), hacemos un llamado a la Secretaría de Educación para que tome las acciones correspondientes”, señaló Rojas.

Pupitres en mal estado Foto:Archivo particular

El ente de control también indicó que, aunque en la institución se han realizado algunas reparaciones locativas y que “hace poco entregaron arreglos en edificios que estaban pendientes”, hay otras zonas de la infraestructura que están abandonadas. No obstante reconoce que es un problema que se ha venido intensificando con el paso del tiempo y la falta de medidas.

“No es la primera vez que se hacen mesas de trabajo, pero nunca se cumplen y queremos garantizar la educación de nuestros niños”, agregó Luz Dary.

La Secretaría de Educación, a través de un comunicado, dijo que el traslado de los profesores se debe a que “hay menos estudiantes”. Afirmó además que se ha hecho acompañamiento a la protesta, que afecta a más de 6.000 niños y jóvenes y a sus familias, por lo que decidió que “de manera temporal, se les ofrecerá el servicio educativo en otros colegios cercanos de la localidad”.

La entidad instaló una mesa de diálogo con el director local, el rector de la institución, el equipo de la Oficina para la Convivencia Escolar y representantes estudiantiles. “El consenso es el camino para la solución de controversias”, añadió la Secretaría.

Al respecto, Peláez dijo que el rector del colegio “tiene incapacidad” durante esta semana y no podría continuar con los diálogos hasta el sábado. Asimismo, aseguró que buscan un cambio en la rectoría y que no se irán de las instalaciones hasta que se les brinden “soluciones a largo plazo”.