Las cinco zonas de obras más golpeadas por la inseguridad en Bogotá

Según el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), Bogotá tiene más de 1.100 frentes de obra distribuidos por toda la ciudad, pero solo 600 están a su cargo. Aunque estas construcciones representan un avance en materia de infraestructura para la capital del país, lo cierto es que ya son varios ciudadanos los que han denunciado que el levantamiento de polisombras, la adecuación de caminos y pasos alternos para peatones y la falta de iluminación, estarían alentando el crecimiento de la inseguridad en algunos sectores de Bogotá.

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Por ejemplo, ante la apertura de las obras en la calzada mixta de la av. Ciudad de Cali, entre las Américas y la calle 38 sur, en el suroccidente de la ciudad, los transeúntes y conductores han tenido que usar como camino alterno la nueva vía Guayacanes. Según denuncia esa comunidad, que colinda entre Bosa y Kennedy, este desvío se ha convertido en “un foco de inseguridad”, pues “los ladrones salen de cada esquina a robar a la gente” que pasa por el sector o a los carros que quedan estacionados en medio del trancón.

Como este caso, EL TIEMPO ha recibido denuncias de ciudadanos ubicados en localidades como Usaquén, Suba, Barrios Unidos, Chapinero y Engativá y, justamente, en tres de estas se ubican también los barrios con mayor registro de hurto a personas. Adicionalmente, son los lugares de Bogotá por donde más frentes de obra atraviesan.

Según los datos del IDU, tan solo por Suba atraviesan ocho de las obras más importantes de la ciudad: av. 68 alimentadora de la línea del metro, cicloparqueadero portal Suba, av. novena, av. Rincón, av. Boyacá, aceras y ciclorrutas de la calle 116, calzada norte de la av. La Sierra y el corredor ambiental del canal Córdoba. Tan solo en Suba se han registrado 8.376 hurtos a personas entre enero y julio de este año. Es un incremento de 39,7 por ciento frente al mismo periodo del 2022.

Luego, Engativá, donde se han denunciado 8.692 hurtos a personas (incremento del 29,8%) y que en este momento cuenta con dos grandes obras: la av. 68 alimentadora de la línea del metro y la adecuación de la av. Mutis. Le sigue Chapinero, donde se reportaron hasta julio 6.210 hurtos con un incremento de 8,7 % y por donde atraviesa la construcción de aceras y ciclorrutas de la calle 92 a la 94 y las aceras y ciclorrutas de la Autopista Norte.

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Por otro lado, están las obras de Barrios Unidos y Usaquén, otras dos con un alto registro de hurtos. Respeto a Barrios Unidos, la cifra de robos, entre enero y julio, llegó a los 4.397 casos, que significan un crecimiento de 64 % frente a la misma fecha del año pasado. Allí están los frentes de obra de la línea alimentadora del metro de la av.68; por el lado de Usaquén son cinco megaobras las que se sitúan: la alimentadora de la línea del metro, mejoras geométricas de la Autonorte, aceras y ciclorrutas de la 116, el puente vehicular de la av. La Sirena, aceras y ciclorrutas del Canal Molinos y las de la Autonorte los hurtos llegaron a 4.501 con crecimiento del 16,2 %.

EL TIEMPO consultó a la Secretaría de Seguridad, que señaló que hay todo un plan de protección de los entornos de las obras civiles. El subsecretario de Seguridad, Andrés Nieto, explicó que hay cuatro acciones concretas para estos sectores: la primera, el patrullaje mixto de las autoridades por petición del contratista de la obra.

En segundo lugar, el comité social, que está conformado por el contratista y los de la comunidad, quienes integran un frente de seguridad.

Para las zonas en obra que están aledañas a universidades y colegios se creó el plan caminos seguros, que distribuye acompañamiento de gestores de la Secretaría y uniformados en las rutas que estén en obra y que conduzcan a paraderos de transporte público.

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Finalmente, Nieto explica que se dio inicio a un programa de patrullaje social en compañía del Idiprón, Integración Social y la Uaesp para revisar temas de falta de iluminación, manejo de residuos, habitantes de calle y focos de inseguridad en zonas de obra.

REDACCIÓN ELTIEMPO

JONATHAN TORO