La falla geológica que amenaza con dividir la avenida Circunvalar en Bogotá

Varios deslizamientos han ocurrido en los últimos meses. El más reciente, que preocupa a cientos de personas que transitan por el lugar y residen en el sector, está ubicado en la avenida Circunvalar entre las calles 37 y 40.

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Ciudadanos transitan a diario por esta vía. Unos se dirigen a las universidades del centro y otros lo ven como uno de los corredores que más fluye en horas pico. Sin embargo, algunos residentes creen que el deslizamiento en esta zona “no tardará mucho en caer al parque Nacional, pues el pavimento se está hundiendo y las grietas crecen más y más”.

Aunque el Distrito señalizó para advertir que hay una falla geológica en la zona, los vecinos piden “no solo monitorear el sector, sino arreglar”. Esto ha implicado que los residentes del barrio El Paraíso hayan armado dos bloques de cemento con un palo incrustado para señalizar dónde se ubica el desnivel.

En el sector, el límite de velocidad es de 30 kilómetros por hora, pero los conductores deben reducir la velocidad a casi 10 kilómetros para que sus vehículos no se vean afectados.

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Además, los motociclistas son los que más corren riesgo, pues las grietas son del tamaño de una llanta, es decir, entre 15 y 20 centímetros de ancho. Asimismo, los ciudadanos que caminan por allí se ven expuestos a lesiones por los desniveles de los ladrillos del andén.

“Una persona fácilmente puede caer y la tierra se seguiría deslizando, algunos ladrillos se han caído y no se le ve el final a esta grieta”, mencionó uno de los ciudadanos que realizan su actividad física por el sector.

Según el Idiger, durante el mes de enero realizó diariamente monitoreos para saber “si se sigue desplazando y abriendo la vía, con ello, si es constante el desplazamiento, se hace la debida intervención” mencionó la entidad.

Estos controles se hacen en las fallas geológicas inestables ubicadas en los cerros orientales y surorientales, y en especial en la avenida Circunvalar entre las calles 37 y 40, en el barrio El Paraíso, y en la parte alta y media del río Arzobispo, en la localidad de Chapinero.

De igual manera, las entidades pertenecientes al Sistema Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático explicaron que a diario se realizan dos monitoreos. “La idea es no solo establecer las variaciones en la velocidad del fenómeno geológico, sino las condiciones para la toma de decisiones encaminadas a proteger la vida de los ciudadanos que utilizan este corredor vial, así como de quienes habitan en el barrio El Paraíso”.

El Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), además de hacer el monitoreo, primero debe identificar las fallas del lugar. “Con base en lo que vayan determinando los especialistas se irán tomando acciones” mencionó el IDU. De igual manera, la entidad le ha solicitado a la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) ejecutar actividades para encauzar el agua de las laderas.

Según la EAAB, debido a las fuertes precipitaciones asociadas al fenómeno de la Niña en los años 2010-2011, aumentaron los movimientos y deformaciones en la zona, tanto así que en 2013 se construyó un muro de contención, que fue reparado en marzo del año pasado.

Según la EAAB, dadas las continuas lluvias que se han presentado principalmente en el último bimestre de 2022 y los primero 20 días de 2023, estos movimientos en masa han evidenciado velocidades mayores a las registradas anteriormente, lo que ha ocasionado grietas y deformaciones en andenes y en la capa asfáltica.

Nicolás Macías Rojas

REDACCIÓN BOGOTÁ.