Bajar los índices de inseguridad en Usaquén es una prioridad para las autoridades de la ciudad. Es por eso que una de las recientes acciones que se han desplegado en la localidad para combatir el crimen son las investigaciones a delincuentes y bandas relacionadas con actos criminales.
Uno de los objetivos de la Policía era alias Aldemar, un joven de 23 años que la comunidad del barrio Villa Nidia había denunciado en reiteradas ocasiones por lesiones personales, venta de estupefaciente, entre otras acciones delincuenciales.
Investigadores de la Sijín de la Policía Metropolitana de Bogotá tomaron entrevistas a los vecinos del presunto delincuente y empezaron a seguirle la pista. El sujeto no solo vendía bazuco desde su residencia, sino que también les entregaba a algunos jóvenes para que vendieran en las zonas aledañas, y que le rendían cuentas a él.
Además de eso, los detectives lograron identificar que este individuo estaba siendo investigado por al menos tres homicidios y varias lesiones a residentes del barrio Villa Nidia que se atrevían a confrontarlo.
“A esta persona, por información de inteligencia, se le hace el allanamiento, se incauta un arma de fuego tipo revólver, una granada y 470 dosis de droga”, manifestó el coronel Nelson Quiñones, comandante operativo de seguridad ciudadana número uno de la Policía de Bogotá.
Este operativo se suma a la reciente captura de la Fiscalía General de la Nación y la Mebog de los responsables del hurto a tres apartamentos de un conjunto residencial de Santa Bárbara, también en la localidad de Usaquén.
‘Aldemar’ fue cobijado con medida de aseguramiento en un centro carcelario y deberá responder por los delitos de fabricación, tráfico y porte de armas de uso privativo de las Fuerzas Armadas, porte ilegal de armas de fuego y por porte de estupefacientes.
“Con esta captura se da un parte de tranquilidad a un sector de Villa Nidia y seguiremos investigando su participación en otros hechos criminales en los que intimidaba a la ciudadanía de este sector”, concluyó el coronel Quiñones.
REDACCIÓN BOGOTÁ
EL TIEMPO