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Entrevista
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En siete minutos se llevaron cosas avaluadas en 20 millones de una casa en Colina Campestre
La familia ya radicó la denuncia y espera avances por parte de las autoridades.
Los ladrones dejaron la casa de una familia en Colina Campestre totalmente saqueada. Foto: Alcaldía de Bogotá
Mientras Fernando y su familia hacían mercado el pasado sábado 8 de febrero, varios ladrones hacían de las suyas en su hogar en el barrio Colina Campestre al que, hasta ese momento, consideraban seguro. El primer indicio de lo que había sucedido, a eso de las 8 de la noche, fue que la ventana de su casa estaba completamente abierta. Eso los alertó de inmediato.
Se llevaron aparatos electrónicos, computadoras, relojes, dinero en efectivo, joyas, todo lo que pudieron coger. Perdimos más de 20 millones de pesos
“La primera reacción fue descartar que no hubiera algún extraño, entonces mi esposa y mi hija revisamos por encima y cuando nos asomamos nos dimos cuenta de que todas nuestras cosas estaban revolcadas, en el piso, fuera de los cajones y que había un televisor desmontado que seguramente no se lo llevaron por tiempo o porque ocupaba mucho espacio”, dijo Fernando.
El conjunto de casas da hacia un parque y tiene una reja que, aunque tiene electrificación, tiene barrotes que los delincuentes manipularon para entrar a través de un boquete. “Cuando logramos revisar las cámaras, nos dimos cuenta de que a eso de las 7:34 de la noche intentaron ingresar por otro costado del conjunto, pero no se entraron por ahí porque se percataron de que había unas personas haciendo un asado”, recordó Fernando.
Los ladrones violaron fácilmente las rejas. Foto:Archivo particular
Entonces vieron la oportunidad de hacerlo en una zona tapada por árboles y fue en ese momento cuando dañaron los barrotes y se entraron al conjunto y luego, a través de una ventana, a la casa. "Nos dimos cuenta también que había una persona que hacía de campanera”, relató.
No sirvieron de nada las cámaras, el personal de seguridad, los censores, porque la banda logró violentar las barras metálicas y abrir las ventanas. “Se llevaron aparatos electrónicos, computadoras, relojes, dinero en efectivo, joyas, todo lo que pudieron coger. Perdimos más de 20 millones de pesos”, dijo en medio de la tristeza Fernando.
La víctima dice que el hampa aprovecha cuando el personal de seguridad está abriendo garajes, así como días oscuros y lluviosos. “En seis minutos violaron los cerramientos, abrieron la ventana, se llevaron las cosas y se escaparon por la puerta principal”.
Luego de tener todos los objetos de valor de esta vivienda, los ladrones subieron todo a un vehículo que era manejado por un cómplice que los esperaba en la calle. “Casi se toparon con una vecina. Ella vio que estaban como peleándose por las cosas. Lo cierto es que estas bandas están pendientes de cómo violar la seguridad. Ya uno no se siente seguro ni en los conjuntos. Lo más preocupante es que todo lo que pasó, nos hace pensar que nos habían estado vigilando días atrás”.
Cifras
Según la Secretaría de Seguridad de Bogotá, en lo corrido del 2024, el hurto a residencias en Bogotá tuvo una reducción del 25 por ciento, en comparación con el mismo periodo del 2023, lo que equivale a 1.450 denuncias menos.
Explicaron que la información oportuna de la ciudadanía, sus denuncias y el trabajo articulado en los barrios, con la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia y la Policía Metropolitana de Bogotá permitieron la captura, ese año, de 132 personas por este delito y desarticulado bandas dedicadas al hurto de residencias como: ‘Los Alophinistas’, ‘Los Dados’, ‘Caribdis’ y ‘Presidencia’.
Según la entidad han aumentado los patrullajes de la Policía en sectores priorizados y reforzado las labores de prevención en conjunto con los gestores territoriales de la Secretaría de Seguridad, especialmente para promover la denuncia y que los ciudadanos no sean víctimas del factor de oportunidad, una de las modalidades por las que más se materializa este delito.
Recomendaciones:
Si se realizan viajes prolongados, la vivienda debe quedar bajo el cuidado o recomendación de una persona de confianza.
De ser posible, instalar algún sistema de alarmas o monitoreo (pánico, sensor de movimiento o sonoras, o cámaras) y realizar su revisión periódica.
Contratar los servicios de vigilancia privada con empresas reconocidas y que tengan respaldo de la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad.
No compartir información personal que les permita a desconocidos saber datos como horarios y actividades de rutina.
Identificar plenamente a quien se presente como funcionario de entidades prestadoras de servicios públicos o solicitar la presencia de una patrulla policial uniformada.