Metro: ¿quiénes serían los más afectados si el Gobierno no financia megaobras?

La polémica advertencia del mintransporte Guillermo Reyes de que el Gobierno no cumpliría sus compromisos con la financiación de varios megaproyectos en Bogotá si la Alcaldía no accede a la modificación del contrato de la primera línea del metro terminaría impactando, la vida de todos los bogotanos, pero específicamente a varios de los sectores más vulnerables de la ciudad. 

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Las palabras textuales de Reyes fueron: “Si no se aceptan, como se ha venido diciendo, que se hagan las modificaciones propuestas, dentro del marco jurídico, pues el Gobierno también, en la medida que financia el 70 por ciento de los otros proyectos, los otros proyectos se van a tener que parar”. Y luego, en diálogo con EL TIEMPO, agregó: “Si la Alcaldía no va a aceptar nada, y lo acordado era otro, pues, entonces, también nosotros no financiamos los proyectos de Bogotá. Así de fácil”.

Con estas declaraciones, que algunos sectores políticos calificaron como extorsivos, el jefe de la cartera de Transporte creó un escenario de incertidumbre para el futuro de varios megaproyectos que ya están avanzando en Bogotá y la Región y en las que la cofinanciación del Gobierno Nacional, que llega al 70 por ciento, es fundamental. 

Entre esos proyectos están: la segunda línea del metro, la modernización de la calle 13, el Regiotram del Norte y también los cables aéreos de Monserrate- Reencuentro y San Cristóbal, que son los que aún no tienen convenio de cofinanciación. 

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No obstante, el Plan de Desarrollo de López indica que son siete los proyectos de cables aéreos: San Cristóbal Altamira y Ramal Juan Rey; Tres esquinas (Potosí - Sierra Morena) Soacha Cazuca; Soacha Ciudadela Sucre - Sierra Morena fase II; Reecuentro Monserrate - Santa Fe; Usaquén - San Rafael - La Calera - Calle 134, y Usaquén - Toberín Centro Norte - Santa Cecilia. 

Estos cables son fundamentales para una mejor calidad de vida de los habitantes de varios de los sectores más pobres de la ciudad, que actualmente o no tienen posibilidades de transporte o deben pasar largos tiempos de su día buscando la manera de llegar a sus sitios de trabajo y para volver a casa. 

Tras las declaraciones de Reyes, la alcaldesa Claudia López se pronunció en la mañana de este viernes y dijo: “Salimos adelante cuando en vez de saboteo y amenazas, construimos sobre lo construido, mejorando sin dañar, cambiando sin destruir”.

Según el Comité Intergremial de Bogotá y Cundinamarca, los proyectos que avanzan en diferentes etapas con cofinanciación de la nación suman una inversión total de 65 billones de pesos. 

La segunda línea del Metro de Bogotá, que ya está proyectada para ser subterránea, contará con 15,5 km de extensión y 11 estaciones. Atravesará las localidades de Chapinero, Barrios Unidos, Engativá y Suba. La no realización del proyecto afectaría alrededor de 2'900.000 de ciudadanos, casi todos habitantes de barrios de estratos 1, 2 y 3. Su valor es de 34,9 billones de pesos.

Otro proyecto clave es la ampliación y modernización de la calle 13 o avenida Centenario, que es una de las más importantes vías de a la ciudad (especialmente para el transporte de carga) y también una de las más deterioradas. 

Se contempla hacer una renovación y ampliación con una estructura intermodal, donde predomina el transporte público, las ciclorutas, el espacio público y la infraestructura vehicular mixta. Las localidades de mayor beneficio serían Puente Aranda y Fontibón, así como los municipios Facatativá, Mosquera, Madrid y Funza.

La longitud sería de 11,4 km, ocho carriles nuevos, 22 km de ciclorrutas y más de 180 metros cuadrados de espacio público. Su valor es de 3,39 millones de pesos. Y si el proyecto no prospera más de 654.000 personas se verían afectadas. 

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El Regiotram del Norte, el cual apenas se encuentra en prefactibilidad, y que conectará a Bogotá con los municipios de Chía, Cajicá y Zipaquirá, también corre riesgo. El valor de este es de 9,1 billones de pesos. En el momento se ha planteado que tenga seis estaciones en la Sabana y 11 en Bogotá que atravesarán cinco localidades.

La no realización de este tren ligero suburbano eléctrico del norte, podría afectar a cerca de  1'238.000 personas.

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Otros proyectos claves son: dos cables aéreos en el centro que se encuentran en prefactibilidad (son dos líneas), que proyecta tener ocho estaciones y un trazado de 5,3 kilómetros. Si no se logran llevar a cabo, habitantes de las localidades de Santa Fe y Candelaria se verían perjudicados. Esas son zonas de la ciudad donde predomina la pobreza y donde los habitantes tienen fuertes problemas de oferta de transporte público. 

Y, también, el cable Potosí, el cual acabará su etapa de factibilidad en marzo de 2023. Este proyecta 4 estaciones en sus 3,4 km de recorrido y tendrá una capacidad de 4.000 pasajeros hora sentido. Si no se logra su construcción habitantes de la localidad de Ciudad Bolívar y del municipio de Soacha no se verían beneficiados. 

- Ampliación de la Carrera Séptima

- Ampliación a cuatro carriles de la Calle 200 a la Calle 245

- Dos calzadas de dos carriles por sentido, más ciclorruta a cada costado 5,83 km.

- 1 carril Exclusivo para TranMilenio en el barrio El Codito

- Ampliación de la Calle 192 a la 245 Autonorte

- Ampliación a 12 carriles en la Autopista Norte

- 1 carril exclusivo para TransMilenio por sentido

- Ciclorruta a cada lado 6,09 km

Las localidades de mayor beneficio serían: Usaquén y Suba, y los sectores de conexión con los municipios de la Sabana Norte. Estas obras clave beneficiarían a más de 2'000.000 de personas.

La ALO Sur beneficiará a las localidades de Bosa, Ciudad Bolívar, Puente Aranda y Fontibón, y los municipios de Sibaté, Soacha y Mosquera, conectándolos con Bogotá y se convertirá en una vía alterna a la autopista Sur. Más de 2'.000.000 de personas se verían favorecidas. 

LOREN VALBUENA

REDACCIÓN BOGOTÁ

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