La imagen favorable del alcalde
Enrique Peñalosa subió 8 puntos frente a lo que expresaron los bogotanos hace un año: pasó de 16 a 24 %. La gestión también subió, de 12 a 16 %, lo mismo que la confianza hacia el mandatario, de 18 a 28 %, diez puntos entre 2017 y 2018. Incrementos importantes que, sin embargo, están lejos de reflejar aún una buena relación entre el Alcalde y sus gobernados.
Los resultados rompen la tendencia desfavorable que traía el Alcalde, es verdad, lo cual podría explicarse en los resultados que se empiezan a evidenciar en materia de infraestructura: avances en el metro elevado, el TransMicable, corredores viales, el nuevo escenario para conciertos, la satisfacción con la educación y los parques, entre otros. Esto también ha impactado de alguna forma en el optimismo de la gente, que sube especialmente en estratos altos y bajos, mientras que la confianza en la ciudad se mantiene (ver gráficos). En este último ítem llama la atención que las mujeres y los jóvenes son los menos satisfechos con la capital.
Así lo revela la Encuesta de Percepción Ciudadana (EPC) del programa Bogotá Cómo Vamos (BCV) dada a conocer ayer y que promueven la
Cámara de Comercio de Bogotá, la Fundación Corona, la Universidad Javeriana y EL TIEMPO. Si se mira en retrospectiva, es decir, desde que comenzó el gobierno, podría decirse que en la mayoría de frentes se vislumbra una mejora en las acciones del Distrito, aunque los indicadores están lejos de lo deseable.
En cuanto a la situación económica, pese a que menos bogotanos se sienten pobres (14 %), preocupa que un 15 % asegure que consume menos de tres comidas diarias y que el 33 por ciento perciba que su situación económica empeoró. Los que así piensan lo atribuyen esencialmente al elevado costo de vida (servicios públicos, vivienda, transporte) y a la pérdida del empleo propio o de un familiar, algo que también se percibe en el resto del país.
Para destacar
En materia de salud, son más quienes se muestran satisfechos con el servicio que reciben, 44 %, frente al 34 % que se muestran insatisfechos. Para algunos el índice de satisfacción es poco para los esfuerzos realizados. La demora en la asignación de citas sigue siendo uno de los cuellos de botella.
La educación vuelve a sacar la cara. La satisfacción de la gente llega al 68 % y se incrementa en tres puntos (de 57 a 60%) la satisfacción con la educación pública, mientras la aceptación de la privada es de 75 %. Poco a poco la brecha se va cerrando y eso es bueno para la ciudad.
Las zonas críticas se repiten en seguridad, medioambiente y movilidad. Es curioso que en todos estos frentes el gobierno se emplee a fondo (reducción de homicidios, por ejemplo) o que rompa paradigmas (descontaminación del río, corredores ambientales, sanciones a la industria) o que consiga que baje el porcentaje de quienes dicen gastar menos tiempo en sus desplazamientos (del 65 al 61 %), pero que a la vez los indicadores sean tan duros.
Sin duda, los referentes más negativos para cada sector vienen del hurto callejero, la polémica por la tala de árboles o el reciente debate por los buses de
TransMilenio que desgastaron a la istración, y la mala imagen que persiste del sistema masivo y SITP. En cuanto a percepción ciudadana, esto opaca cualquier acción gubernamental.
En lo ambiental hay dos asuntos que la Secretaría debe mirar con atención: el exceso de ruido y las basuras. Aunque este último se creía superado luego de la entrada de los nuevos operadores de aseo, lo cierto es que la gente tiene la sensación de que Bogotá sigue con basuras y escombros, algo que no solo atañe a la istración sino a la propia ciudadanía, según explicó Alberto Uribe, experto en ingeniería ambiental.
El barrio sigue estando entre lo mejor calificado por la ciudadanía. Lo ven como un espacio más seguro que el resto de la ciudad y el nivel de satisfacción como lugar para vivir es sobresaliente.
EL TIEMPO publica hoy un primer segmento de la encuesta, que fue hecha entre 1.500 personas, del 13 de septiembre al 13 de octubre, con un margen de error del 2,5 %. En el transcurso de la semana analizaremos otros temas a profundidad; entre ellos, el espacio público, donde la satisfacción de los bogotanos es baja –sobre todo entre las mujeres– dado el exceso de ruido, la invasión, etc. Curiosamente, en este aspecto es donde mayor aceptación hay es en el suroccidente de Bogotá (Kennedy, Bosa y Tunjuelito), donde la inversión de la Alcaldía ha sido particularmente alta.
Ficha técnica de la encuesta
Fecha de campo: entre el 13 de septiembre y el 13 de octubre de 2018.
Técnica: cuestionario estructurado cara a cara, en hogares, con una duración aproximada de 30 minutos.
Cubrimiento geográfico: Bogotá.
Tamaño de la muestra y población objetivo: 1.500 encuestas.
Población objetivo: hombres y mujeres mayores de 18 años de edad, residentes habituales de Bogotá en viviendas de estratos 1 al 6.
Margen de error y confiabilidad: representa a Bogotá, en sus 19 localidades (agrupadas en 6 zonas), con un margen de error del 2,5 % para el total de la muestra, con 95 % de confianza.
Realizada por Ipsos Napoleón Franco, encomendada y financiada por Bogotá Cómo Vamos.
REDACCIÓN BOGOTÁ