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Noticia
Alcalde Carlos Fernando Galán cuestionó críticas del presidente Petro por atención de fiebre amarilla en Bogotá
Epidemiólogos descartan la alerta de Petro y explican porqué en Bogotá no hay riesgo de transmisión.
El mandatario señaló que la ciudad estaba siendo negligente en su actuación frente a la enfermedad.
El alcalde Carlos Fernando Galán se defendió de las afirmaciones que hizo el presidente Gustavo Petro sobre el manejo que ha tenido el Distrito con la epidemia. El jefe de Estado puso en duda las acciones de Bogotá frente al brote de fiebre amarilla. EL TIEMPO habló con epidemiólogos que afirman que la transmisión de esta enfermedad en Bogotá es improbable.
Por medio de sus redes sociales, en la tarde del 15 de abril, el alto mandatario anunció que decretará una emergencia económica debido al brote de fiebre amarilla que hay en el país.
El Ministerio de Salud ya había declarado la emergencia sanitaria por medio de la Circular 012 de este año a raíz de los numerosos contagios que se han dado en todo el territorio nacional. En esta comunicación, el Ministerio indicó que aproximadamente 15 departamentos presentaban un alto riesgo de contagio en todos sus municipios.
El Aedes aegypti es el principal vector transmisor de la enfermedad. Foto:Gobernación del Meta
El presidente afirmó que ya se han confirmado 74 casos de la fiebre en el país y ha dejado 32 muertes. En el último boletín emitido el 11 de abril por el Ministerio de Salud y Protección Social dice que en el 2025 hay registro de 47 casos confirmados, de los cuales hay 20 fallecimientos. El departamento más afectado por el virus es Tolima, seguido por Meta, Putumayo y Caldas.
El presidente cuestionó a la istración distrital y las acciones que ha tomado para hacerle frente a la epidemia por una presunta negligencia. "Me preocupa que enBogotá, el Distrito no ha querido configurar los equipos básicos de salud que son imprescindibles para hacer una vacunación rápida en toda la ciudad".
La Secretaría ha dispuesto varios puntos de vacunación en la ciudad. Foto:Secretaría de Salud Distrital de Bogotá
En el trino, también indicó que, supuestamente, el turismo de Semana Santa puede llevar los mosquitos a la capital colombiana y las grandes ciudades debido al cambio climático. "El calor en la atmósfera ahora hace que el mosquito suba las montañas, pase los páramos y pueda penetrar en ciudades, incluso Bogotá".
Las acciones del Distrito
Por otro lado, Carlos Fernando Galán respondió a los señalamientos: "Por eso es importante en el gobierno consultar a los expertos". En respuesta, compartió las declaraciones de Julián Fernández, subsecretario de Salud del Distrito.
El funcionario de la entidad indicó que, por factores como el clima y altura, Bogotá no es una zona endémica para el contagio de la enfermedad. También defendió las medidas del Distrito al afirmar que las cifras de vacunación han incrementado, principalmente, gracias a Bogotá.
En Bogotá no hay transmisión vectorial de esta enfermedad
Desde inicios de abril, la capital ha asumido un compromiso por fortalecer las medidas de prevención frente al contagio de fiebre amarilla. Si bien, Bogotá no es un foco de transmisión autóctona, la Semana Santa es una temporada crítica donde pueden llegar casos de importación a la ciudad, traída por viajeros que estuvieron en distintas zonas del país.
Por eso, la Alcaldía ha dispuesto varios puntos de vacunación gratuita en lugares clave donde hay entrada y salida de viajeros al resto del territorio nacional. Las tres terminales terrestres de la ciudad y el aeropuerto El Dorado ya cuentan con puntos donde las personas se pueden aplicar el biológico.
"No hemos terminado abril y ya hemos vacunado a 16.000 personas", aseguró el subsecretario. En el vídeo, sostuvo que, desde la emisión de la alerta por epidemia, gran parte de las cifras de vacunación en el país ha incrementado gracias a Bogotá.
De acuerdo con las cifras del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) de Bogotá con corte al 6 de abril., en 2025 se han vacunado a 54.703 s contra de la fiebre amarilla.
Esto dicen los expertos
EL TIEMPO habló sobre la posibilidad de que la ciudad pueda ser una zona de transmisión autóctona de la fiebre amarilla con la doctora y profesora de la Universidad Nacional de Colombia Ligia Inés Moncada.
Para recordar, la fiebre amarilla es una enfermedad viral tropical que se transmite por la picadura de zancudos infectados, potencialmente de la especie Aedes aegypti. Las especies de mosquitos Aedes albopictus, Sabethes y Haemagogus también pueden contagiar el virus.
En el Terminal de Transporte del Salitre, se está llevando a cabo vacunación por fiebre amarilla. Foto:Sergio Acero Yate / El Tiempo.
Hay condiciones que determinan la presencia de estos vectores en un lugar como el clima, la altura y la humedad; es por ello que se da, sobre todo, en zonas tropicales o de tierra caliente.
Durante la Semana Santa, Bogotá ha registrado altas temperaturas en el día. Sin embargo, Moncada explica que las condiciones climáticas no dan pie a que la zona sea un criadero del mosquitoAedes aegypti. "Es muy improbable que la transmisión ocurra aquí, el insecto no sobrevive en estos espacios", aseguró.
El contagio de la fiebre amarilla se da exclusivamente por la picadura de un zancudo, no de persona a persona o por medio del aire. De hecho, no hay probabilidad que, en caso dado, un mosquito de Bogotá pique a un contagiado por el virus y pueda transmitirlo a otras personas.
En Bogotá, la especie de mosquito más común es el Culex quinquefasciatus. La doctora explica que esta clase de insecto no tiene los receptores necesarios para internalizar el virus de la fiebre amarilla o el dengue como si los tiene el Aedes aegypti.
En sus declaraciones, el presidente Gustavo Petro también argumentó que el cambio climático puede ser un factor determinante para que el zancudo llegue hasta la ciudad.
El profesor investigador Jorge Rodríguez, del Instituto de Salud Pública de la Universidad Javeriana, indicó que en el presente no hay una posibilidad de transmisión autóctona en la ciudad.
Hasta ahora, no se conocen criaderos de cultivo del zancudo en la capital colombiana. Rodríguez aclaró que sólo si se mantienen temperaturas por encima de los 26 a 28 grados centígrados de manera continua en el territorio puede llegar a darse el contagio en Bogotá.
Sin embargo, no hay posibilidad de que esto ocurra en el presente. La profesora Moncada aseguró que podrían pasar de 20 a 50 años para que Bogotá realmente pase a ser una zona endémica para la fiebre amarilla y el zancudo pueda sobrevivir en estas condiciones.