La
Biblia es el conjunto de libros canónicos más importante del cristianismo, pues se considera un registro, construido por siglos, de
la relación directa entre Dios y la humanidad.
Es por esto que muchos devotos, además de leer la biblia frecuentemente, se aprenden capítulos y versículos al pie de la letra, cuyas enseñanzas puedan ayudarlos a enfrentar los problemas de su cotidianidad.
La RAE (Real Academia Española) define como versículo a las breves divisiones de los capítulos de la biblia, que facilitan el proceso de citación, pues el texto queda separado, prácticamente, en frases.
¿Cuál es entonces el versículo más corto de la Biblia? Según la investigación del portal religioso ‘Viral Believer’, se encuentra en el Nuevo Testamento de Juan, capítulo 11, versículo 35, y dice únicamente: “Jesús lloró”.
El capítulo que contiene el versículo comienza con Jesús recibiendo la noticia de que su íntimo amigo, Lázaro, estaba gravemente enfermo. Después de recibir la noticia, el hijo de Dios le expone a sus discípulos que el fin de la enfermedad no está en la muerte, sino en la glorificación de su padre.
Sin embargo, Lázaro muere, y cuando Jesús llega a Betania para visitarlo, ya han pasado cuatro días desde su entierro. Al ver a Marta y a María, hermanas de Lázaro, Jesús, conmovido, rompe en llanto, dando origen al versículo “Jesús lloró”.
Después de mostrar su dolor, Jesús fue a la tumba de Lázaro y lo trajo de vuelta a la vida, milagro que confirmaba su divinidad y su poder.
A pesar de ser corto, el versículo resulta muy poderoso para los creyentes, pues demuestra que Jesús, a pesar de ser un ser sabio, poderoso y descendiente directo de Dios, sentía dolor, empatía y humanidad.
Algunos argumentan que el llanto era de frustración por los hombres, que aún no tenían fe en él, la interpretación más aceptada es que fue un llanto de pena por su amigo y sus hermanas.
ALEJANDRO VICTORIA TOBÓN
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO
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