La pérdida de un ser querido es un evento que a nivel emocional resulta muy difícil de manejar, no existe una manera segura de afrontarlo con facilidad. Sin embargo, sí tiene la posibilidad de poder hacer algo por esa persona querida que falleció.
Según el ‘Heraldo de Chiapas’, “en la antigüedad, romanos y griegos ofrecían oraciones a sus dioses por sus difuntos durante nueve días”.
Esa tradición junto a la base bíblica y la novena hora de oración para el pueblo de Israel son las raíces de origen del conocido novenario.
‘Hozana’ explica en su página que para la Iglesia Católica el novenario consiste en orar durante nueve días consecutivos para pedir una gracia particular a Dios. Cuando se trata de la oración para un fallecido, se hace “en honor al difunto, para hacer la despedida o el adiós antes de la despedida definitiva”.
¿Cómo hacer un novenario?
Para hacer un novenario de manera sencilla, debe seguir tres pasos:
Ofrecer nueve misas: hacer misas por los difuntos se hace con el fin de unirlo a Cristo, a modo de ofrenda.
Rezar nueve días el santo rosario: esto se hace con el fin de pedirle a la virgen María que interceda por el alma del ser querido.
Rezar por nueve días la coronilla de la divina misericordia: con esto le pide a Jesús que tenga misericordia por el alma a la cual se le reza la coronilla.
Rece el rosario y la coronilla de la divina misericordia. Foto:iStock
¿Qué dice la Iglesia Cristiana sobre orar a los difuntos?
Para el cristianismo hacer el novenario no es algo tan común. Sin embargo tienen algunas tradiciones respecto a la purificación del alma de los difuntos.
Según la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción, en el viejo testamento se considera que “aquellos que se han dormido en Dios tienen gran gracia en ellos. Es, por lo tanto, un pensamiento sagrado y saludable orar por los muertos, que ellos pueden ser librados de los pecados”. En el nuevo testamento, “apuntan a un proceso de purificación después de la muerte”.
Las oraciones por los difuntos se rezan en el mes de noviembre. La primera es la de la solemnidad de todos los Santos, “recordando a todos aquellos hermanos que por su pureza y limpieza de corazón han alcanzado la bienaventuranza de ver a Dios”.
En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal,
elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada
con
sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando
esta
utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí