Desde la comodidad de sus hogares, los aspirantes a conservacionistas de todo el mundo pueden ahora ayudar a estudiar imágenes satelitales en línea para detectar áreas donde las morsas llegan a la tierra y luego contarlas.
Se espera que medio millón de personas en todo el mundo se unan al nuevo proyecto de investigación Walrus from Space, un censo de morsas atlánticas y morsas del mar de Laptev, utilizando imágenes satelitales proporcionadas por DigitalGlobe de la empresa espacial y de inteligencia Maxar Technologies.
Las morsas se enfrentan a la realidad de la crisis climática: su hogar en el Ártico se está calentando casi tres veces más rápido que el resto del mundo y aproximadamente el 13 % del hielo marino de verano desaparece por década.
Para ayudar a salvaguardar el futuro de las morsas, necesitamos saber más sobre ellas. BAS y WWF están trabajando para comprender mejor a estos animales árticos, utilizando satélites espaciales para capturar miles de imágenes de alta resolución de morsas congregadas en más de 25.000 km cuadrados de la costa ártica, un área más grande que Gales.
Los datos recopilados en este censo de morsas del Atlántico y Laptev darán a los científicos una imagen más clara de cómo le está yendo a cada población, sin molestar a los animales. Los datos también ayudarán a informar las decisiones de gestión destinadas a los esfuerzos de conservación de la especie.
Las morsas usan el hielo marino para descansar y dar a luz a sus crías. A medida que disminuye el hielo marino, más morsas se ven obligadas a buscar refugio en tierra, congregándose para tener la oportunidad de descansar.
Las playas superpobladas pueden tener consecuencias fatales; las morsas se asustan fácilmente y, cuando se asustan, corren en estampida hacia el agua, pisoteándose unas a otras en su pánico. Descansar en la tierra (a diferencia del hielo marino) también puede obligar a las morsas a nadar más lejos y gastar más energía para llegar a su comida, comida que a su vez se ven afectadas negativamente por el calentamiento y la acidificación del océano.
Además, las morsas también pueden verse perturbadas por el tráfico marítimo y el desarrollo industrial, ya que la pérdida de hielo marino hace que el Ártico sea más accesible. Es casi seguro que las morsas se verán afectadas por la crisis climática, lo que podría resultar en una disminución significativa de la población.
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