Las frutas y las verduras son alimentos básicos en la canasta familiar, pero para conservar el mayor índice de nutrientes se deben tener algunas recomendaciones con el propósito que su estado natural no se altere y sea el óptimo para el consumo.
Es clave tener en la cuenta que los tiempos de maduración de cada uno de los alimentos son diferentes y por eso es fundamental que se organicen por separado.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), por su parte, recomienda comer al menos 400 gramos o al menos tres porciones de frutas y verduras al día, con lo cual se reduciría el riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles y ayuda a garantizar una ingesta diaria suficiente de fibra.
A continuación enumeramos cinco recomendaciones que destaca la OMS para que tenga en cuenta y logre mantener los productos de manera fresca.
Cocine completamente los alimentos que requieren cocción para evitar riesgos de contaminación. Además, separe los alimentos crudos de los cocinados con el objetivo de que no alcanzar una contaminación cruzada.
Mantenga los alimentos a temperaturas seguras y no los deje por más de dos horas a temperatura ambiente. Si compra productos congelados del mercados, use la porción de necesita y lleve el resto al congelador lo antes posible para evitar perder la cadena de frío que se requiere y perder la frescura de las fibras.
Guarde la fruta bien lavada en la nevera en empaques plásticos herméticos, preferiblemente cortada en trozos pequeños. Esto ayudará a evitar que se dañe o cambie de aspecto. Recuerde que la descomposición de alguna de las frutas o vegetales afecta los demás alimentos. Además de lavarlas y limpiarlas es importante secar los productos, pues la humedad acelera el proceso de descomposición.
Mantenga la limpieza y desinfección de sus equipos, utensilios, del lugar de trabajo u hogar.
Use agua potable y materias primas seguras, para preservar la inocuidad de los alimentos.