Además, la técnica que es “barata y prácticamente inagotable, nos dará la oportunidad de volver a analizar yacimientos donde no hay restos fósiles y ver cosas que hasta ahora eran invisibles para nosotros, como la diversidad de una cueva, y determinar qué humanos ocuparon un lugar a lo largo de miles de años, analizando cada nivel y cada estrato del yacimiento”, destaca Carles Lalueza-Fox, paleogenetista del Instituto de Biología Evolutiva (IBE).
Él resalta que, extrapolada a tiempos más recientes, la técnica ofrece un sinfín de posibilidades: “Podremos volver a cualquier periodo en el que haya habido distintas fases de ocupación de un lugar, a lo mejor por parte de distintas culturas, y podremos investigar cómo eran genéticamente esos individuos en cada época”.
Para probar su técnica, los investigadores han estudiado los sedimentos de ocho yacimientos europeos que tienen numerosos restos de neandertal.
EFE