Es conocido por la comunidad científica desde hace años que los
elefantes son una de las especies más inteligentes de todo el planeta.
Suelen ser conocidos por tener buena memoria, pero además de eso, tienen comportamientos sociales sorprendentes. Según el portal especializado ‘A-Z Animals’, se ha visto a elefantes participar en rituales funerarios cuando un miembro de su familia muere, y pasan por largas y conscientes etapas de duelo.
Además, estos mamíferos saben usar herramientas y hasta automedicarse: comen ciertas hojas para curarse de enfermedades o inducir el parto. Por otro lado, son una de las únicas especies capaces de cometer actos altruistas, pues pueden calcular cuándo pueden y deben sacrificarse para que su manada o sus crías puedan escapar y salvarse.
De hecho, la capacidad de esta especie es tan grande que ‘A-Z Animals’ los ubicó en el cuarto lugar del ranking de los animales más inteligentes del planeta, por detrás del chimpancé, el delfín nariz de botella y el orangután, que se llevó la corona.
El nuevo hallazgo
Una reciente investigación de la Universidad Estatal de Colorado, en Estados Unidos, le ha dado a los científicos nueva información acerca de las capacidades intelectuales y comportamientos sociales de los elefantes: emitirían vocalizaciones especiales para referirse a cada uno de los de su manada.
En los humanos, el nombre no solamente es una parte nuclear de la identidad personal, sino que también es una herramienta crucial para la comunicación efectiva entre individuos, especialmente cuando hay más de dos personas en un mismo espacio. Hasta hace poco se creía que la capacidad de nombrar era exclusiva de la especie humana.
Sin embargo, el estudio, publicado en el servidor de preimpresiones biológicas ‘bioRiv’, del Cold Spring Harbor Laboratory, descubrió que los elefantes africanos salvajes “se dirigen a sus congéneres con llamados específicos, sin ninguna evidencia de imitar las vocalizaciones del receptor”.
Cabe aclarar que los científicos reconocen que especies como los delfines y los loros se dirigen a sus semejantes con sonidos que imitan al individuo llamado, actividad diferente a la de nombrar, pues, normalmente, un nombre propio no busca imitar el sonido emitido por su portador. El experimento arrojó, entonces, que los elefantes tienen la capacidad de crear nombres independientes a cualquier imitación.
“Los elefantes tuvieron una reacción diferente a grabaciones de audio de llamados dirigidos originalmente a ellos y a los llamados dirigidos a otro individuo, lo que indica que pueden determinar si un llamado va dirigido a ellos únicamente por su estructura fonética”, explicó el resumen del estudio. “Estos hallazgos ofrecen la primera evidencia de una especie no humana que se refiere individualmente a sus congéneres sin imitar al receptor”, agregaron.
ALEJANDRO VICTORIA TOBÓN
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO
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