Emilio Tapia Aldana, de 44 años, es un viejo conocido de la justicia. Por eso, para algunos no resultó sorpresivo que su nombre saliera a relucir dentro del escándalo del contrato entre Centros Poblados y el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.
Hace casi diez años, el país se indignó cuando salió de las sombras un caso de corrupción que se gestó en el corazón de Bogotá y al que se denominó el ‘carrusel de contratos’. Ese entramado corrupto se dio en el 2007, cuando al Grupo Nule, un poderoso emporio que manejaba negocios de infraestructura en la capital, se le adjudicó el 70 por ciento de la construcción de la troncal de TransMilenio por la calle 26 y la rehabilitación de la malla vial, proyecto por el que habrían pagado sobornos, que se extendieron a exconcejales, contratistas, un contralor distrital, un personero, entre otros. Foto:Rodrigo Sepúlveda / EL TIEMPO
El país lo vio por primera vez esposado en 2010, cuando se convirtió en uno de los protagonistas del saqueo de las arcas de Bogotá, dentro del llamado ‘carrusel de la contratación’.
En esa época no solo se conocieron los mecanismos que usó para direccionar varios contratos de obra, sino que también salieron a relucir sus excentricidades y lujos.
Mientras les obsequiaba relojes Rolex de 54 millones de pesos a cantantes vallenatos que lo mencionaban en sus canciones, invertía parte de sus opacas ganancias en caballos de paso fino.
Según investigadores de la Fiscalía, tuvo una yegua catalogada como gran campeona en la modalidad del trote y galope en la III Copa Antioquia, avaluada en cerca de mil millones de pesos.
Emilio Tapia, condenado por el 'carrusel de la contratación' en Bogotá. Foto:Luis Lizarazo García / EL TIEMPO Archivo
En su momento, se investigaron sus movimientos migratorios hacia Estados Unidos en aviones privados. Incluso, se rastrearon millonarias transferencias de dinero a cuentas en el extranjero, específicamente en Zúrich (Suiza).
En la lista de propiedades ligadas al empresario cordobés aparece la hacienda Tapilandia, el criadero de caballos La Fe, dos megalotes, acciones en seis firmas, 2.420 millones de pesos de una cuenta de un testaferro, volquetas para ejecutar obras y dos predios en Bogotá.
De izquierda a derecha: El exsenador Otto Nicolás Bula, el empresario Emilio Tapia y Alejandro Lyons, exgobernador de Córdoba. Foto:Archivo / EL TIEMPO
Incluso, EL TIEMPO estableció que su captura se iba a dar en Bogotá, en donde le tienen localizada una magnífica propiedad en donde, dicen, le hacen antesala a políticos de la Costa.
Hace una semana, Tapia le aseguró a EL TIEMPO que estaba en proceso de resocialización y negó tajantemente cualquier nexo con el escándalo de Centros Poblados. De hecho, dijo que estaba dispuesto a darles la cara a las autoridades.
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