La historia de los vapeadores se remonta décadas atrás, ya que su precursor fue el cigarro electrónico. Y tanto su uso, fabricación y contenido son los principales elementos que los distinguen.
¿Cuál es el origen de los vapeadores?
En 1963, Herbert A. Gilbert presentó la patente de los cigarros electrónicos. El dispositivo que este personaje ideó funcionaba con aire aromatizado de distintos sabores y tenía baja o nula concentración de nicotina.
Si bien el invento de Gilbert fue un propuesta para que las personas pudieran dejar su adicción al tabaco, o a los cigarros convencionales, con el paso de los años se popularizó su consumo.
El cigarro electrónico evolucionó hasta que Corey Ford, propietario de una tienda de vaporizadores de California, acuñó el término “vapear” en 2003. A partir de ese momento, los dispositivos para fumar comenzaron a fabricarse con un líquido que se convertía en vapor inhalable.
Los vapeadores nacieron con la intención de disminuir el hábito de fumar, además eran una opción más económica a una cajetilla y se comercializaban como libres de sustancias “tóxicas”.
Vapeador. Foto:iStock
¿Cuál es la diferencia entre un cigarro electrónico y un vapeador?
Tanto los vapeadores como los cigarros electrónicos generan efectos negativos en la salud por los químicos que se les añaden, sobre todo, cuando se excede su uso.
Y es que pueden ser la causa de enfermedades graves, como lesiones pulmonares y cáncer, según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal,
elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada
con
sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando
esta
utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí