El pasado 27 de julio, las EPS Sura, Sanitas y Compensar enviaron una carta al ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, manifestando que, por cuenta de la difícil situación financiera que atraviesa el sector salud, prevén serias dificultades para seguir con sus operaciones después del mes de septiembre de este mismo año, razón por la cual solicitan al funcionario reunirse cuanto antes.
Para entender las repercusiones que puede llegar a tener el hecho de que estas tres Entidades Promotoras de la Salud dejen de operar en el país consultamos A Erwin Hernández, Médico de la Universidad de La Sabana, PhD. en investigación clínica, Magíster en Atención Primaria en Salud, Magíster en Gobierno y Dirección del Sistema Sanitario.
Los hechos ocurrieron en el Hospital Venancio Díaz Díaz de Sabaneta, Antioquia. Foto:iStock
"Habría una limitación a la población para acceder a los servicios de salud básicos. Lo que nos va a llevar a un colapso en la atención en salud. Dicho de otra manera, si las EPS dejan de financiar y dejan de operar, la atención en el país va a colapsar, porque la capacidad instalada va a ser insuficiente. Segundo, esto va a llevar de manera inmediata a la presión sobre otros proveedores", explica.
Esto quiere decir que otros hospitales y otras EPS, van a tener la presión de atender a este número importante de afiliados con el agravante de que no tendrían la capacidad instalada para responder y esto profundizaría el colapso en la atención.
"Esto también podría tener un impacto económico y una crisis laboral, ya que estas EPS tienen aproximadamente treinta mil empleados directos e indirectos lo que podría afectar a la economía de esta población y a la fuerza laboral. Esto evidentemente generaría un descontento y malestar social. La falta de atención en salud y el colapso en la atención generaría descontento y malestar en la población y sobre todo al percibir estas barreras de ", manifestó Hernández.
Por último, se cree que incrementaría las complicaciones de algunas enfermedades por la interrupción en los tratamientos. "Además, la falta de a medicamentos, tratamientos y seguimiento médico adecuado de estas enfermedades podría llevar un incremento en las complicaciones o un incremento en la mortalidad por causas que podrían ser evitables y esto resultaría en un deterioro en la salud de las personas y una mayor carga indirecta al sistema de salud a largo plazo", aseguró.
Dicho de otra manera, si un paciente tiene una enfermedad controlada, pero se genera un colapso en el sistema, la enfermedad se podría descontrolar y se generarían mayores complicaciones, lo que requeriría mayores recursos para atender dichas complicaciones.
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