SEÑOR DIRECTOR:
No estuve en la despedida de los deportistas en Palacio antes de los Juegos Olímpicos 2024. Pero ellos nos estaban representando como país, no como independientes. La lucha fue ardua, con amor, pundonor y valentía de grandes guerreros. Lo que más duele como colombiano es el silencio del Ministerio del Deporte y del Comité Olímpico Colombiano, que no se han manifestado hasta el momento para reconocerles los esfuerzos en representación de nuestro país.
Son, la gran mayoría, deportistas humildes, echados pa’lante, con familias numerosas y sin una casa propia donde vivir. Se merecen una buena retribución a sus méritos, pero al Gobierno parece no gustarle el deporte. Ahí está la reducción del presupuesto para el deporte. ¿Por qué? Y para otros gastos fiscales sí hay dinero. En qué país estamos viviendo y quién realmente controla lo bueno y lo malo que nos brindan nuestros ciudadanos.
Alfonso Rojas V.
De sentido común
SEÑOR DIRECTOR:
Descalifico a mi principal opositora, niego cualquier testigo internacional, digo que seré presidente a las buenas o a las malas, limito en gran medida la posibilidad de votar de mis conciudadanos en el exterior, permito que se hagan las elecciones, pero no que se publiquen los resultados parciales, como siempre se había hecho; digo que hubo un problema con el maravilloso software que declaré el mejor del mundo y a medianoche digo que fui elegido presidente sin ninguna prueba. (Se trata de aquella opositora que escuchó y animó a la gente por 20 años y que organizó su red de testigos electorales, publicó inmediatamente más del 70 % de las actas electorales con el resultado de una mayoría 70 a 30 de su candidato). Luego, sin pruebas, me hago ratificar por mi Consejo Electoral de bolsillo, pido que me certifique el tribunal que nombré y les pido a mis generales que participan en mis negocios que me apoyen. ¿Y ahora espero que alguien con un mínimo de sentido común me crea?
Juan Gregorio Vélez
El futuro no pinta bien
SEÑOR DIRECTOR:
Mientras no se encuentren y se produzcan los sustitutos para el uso de los hidrocarburos como fuentes de energía, será imposible que el mundo deje de explorar y producir carbón, petróleo y gas. La inquietud del presidente Petro, como lo ha sido de tiempo atrás la de muchos líderes mundiales, de reducir hasta eliminar el consumo de hidrocarburos, dada su incidencia en el deterioro del medioambiente, es válida; el problema es que no es una decisión que se pueda tomar de un día para otro.
En el caso colombiano, la política del Gobierno ha sido cancelar los contratos de exploración, exponiendo al país a un gravísimo desabastecimiento de fuentes de energía en la próxima década. Mientras tanto, en el resto del mundo los países que pueden hacerlo mantienen sus programas exploratorios. Justo esta semana se comenta la patrasiada del Gobierno en un negocio de Ecopetrol con la OXY, relacionado con una atractiva inversión en Estados Unidos que hubiese generado muy buenos dividendos para nuestra nación. El futuro no pinta nada bien, las buenas pero inoportunas intenciones del primer mandatario podrían generar un inmenso daño.
Mario Patiño Morris