Se trata de B. A., quien regresaba de un viaje familiar a mediados de abril junto a su esposa. En la frontera, los oficiales de CBP los detuvieron cuando reingresaban al país en Vermont.
"Literalmente conduje mi auto hasta Canadá para pasar el fin de semana y, a la vuelta, me trataron como a un criminal", dijo A., quien es ciudadano estadounidense desde hace 10 años.
El ciudadano denuncia el trato de CBP
El hombre señaló a NBC Boston que le obligaron a abandonar su vehículo y uno de los agentes sacó su arma. "Le dije: 'Bueno, voy a salir del carro, mantén el arma en la cintura'".
Entonces asegura que fue atado y maltratado mientras los agentes le colocaban las esposas. "Me acompañaron adentro, y yo estaba mirando a mi esposa en el carro". "Fue un shock para mí", recuerda la mujer.
A. dijo que empezó a sentirse mal y que solicitó atención médica y quienes lo atendieron de manera ambulatoria aseguraron que tenía hipertensión y necesitaba revisiones más detalladas. Pero los agentes no le dieron mucha importancia, según contó el hombre.
La respuesta de CBP
El comisionado adjunto de CBP Hilton Beckham dijo que las acusaciones de A. eran "descaradamente falsas y sensacionalistas".
Aseguró que los oficiales actuaron "conforme a los protocolos establecidos". Además, señalaron que, a la llegada del ciudadano y su esposa al puerto de entrada, el hombre fue derivado a una inspección secundaria, "un proceso rutinario y legal que se realiza a diario y que cualquier viajero puede solicitar", mencionó. Beckham agregó que el procedimiento de revisión se había realizado con respeto.