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La frase de 4 palabras que nunca le debe decir a sus hijos si busca que tengan éxito: sociólogo

Puede ser perjudicial para el futuro emocional y académico de sus hijos.

Es importante saber cómo dirigirse ante sus hijos Foto: Istock

RedactorActualizado:
Como padres, su objetivo es criar hijos exitosos, felices y emocionalmente saludables. Sin embargo, las palabras que elija para motivar o corregir el comportamiento de sus hijos tienen un impacto en su desarrollo emocional y psicológico.
Según las palabras del sociólogo de la Ivy League y profesor de la Escuela de Negocios de Columbia, Adam Galinsky, en el medio CNBC Make IT, existe una frase comúnmente utilizada por los padres que, en lugar de ser útil, puede ser perjudicial para el futuro emocional y académico de sus hijos.

El daño de la frase "estoy decepcionado de ti"

En su próximo libro titulado Inspire: The Universal Path for Leading Yourself and Others, Galinsky discute cómo ciertas expresiones aparentemente inofensivas pueden tener consecuencias duraderas.
Entre ellas, destaca la frase "estoy decepcionado de ti", que muchos padres utilizan con la intención de corregir una conducta equivocada o motivar a sus hijos a mejorar. Sin embargo, el sociólogo explica que este comentario puede tener un efecto negativo en la confianza y la autoestima de los niños.
"La vergüenza no es productiva, y la vergüenza puede llevar a la evasión", afirma Galinsky. En lugar de fomentar un ambiente de aprendizaje, donde el niño pueda reconocer su error y buscar soluciones, esta frase genera una sensación de vergüenza que puede bloquear la capacidad de resolución de problemas y el pensamiento crítico.

Esta frase puede generar una actitud retraída en su hijo Foto:Getty Images

La vergüenza, en vez de incentivar el aprendizaje de los errores, "es debilitante y desestabilizadora", lo que puede generar una respuesta emocional negativa.
El sociólogo diferencia entre vergüenza y culpa. Mientras que la vergüenza lleva a los niños a evitar enfrentar la situación, la culpa puede ser una emoción que impulsa a la acción correctiva.
"La culpa lleva a la reparación, mientras que la vergüenza suele llevar a la evitación," afirmó. De este modo, si un niño siente que cometió un error pero no se le hace sentir vergüenza, es más probable que se enfoque en encontrar una solución.
En lugar de decir "estoy decepcionado de ti" cuando un niño comete un error, Galinsky sugiere un enfoque más motivador. "En lugar de decir ‘estoy decepcionado de que no hayas hecho tu tarea’, podrías decir ‘¿Cómo podemos organizarte para que puedas hacer tu tarea a tiempo?’"

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