Durante años,Stephanie Claytor disfrutó de los placeres pequeños de la vida, como los sándwiches de queso a la parrilla y el cereal con leche. La experiencia de comer helado en una heladería era una de las más gratificantes. Sin embargo, su relación con los productos lácteos cambió drásticamente antes de comenzar su tercer año en la universidad.
Según detalló la mujer de EE.UU. al medio Business Insider, la intolerancia a la lactosa apareció de forma inesperada. Todo comenzó con un medicamento que debía tomar con comida, específicamente con leche y cereal, algo que solía disfrutar. Este fue el primer episodio de malestar, que inicialmente atribuyó al medicamento, pero pronto se dio cuenta de que el problema persistía con otros productos lácteos.
Después de experimentar dolor extremo y náuseas tras consumir helado y otros alimentos con leche, comenzó a evitar los productos lácteos, debido a que sospechó que podía ser intolerante a la lactosa. Desde aquel momento, la eliminación de los lácteos de su dieta presentó varios desafíos.
Comer fuera de casa se volvió complicado, especialmente en restaurantes locales donde los ingredientes como crema o queso no siempre están claramente indicados en el menú. La necesidad de preguntar constantemente sobre la preparación de los alimentos también la llevó a una preferencia por comer fuera solo con familiares cercanos o amigos conocidos.
En eventos sociales, como bodas o funciones de trabajo, se enfrenta a la dificultad de encontrar opciones sin lácteos. Además, adoptar esta dieta también tuvo un impacto financiero en su vida. ¿El motivo? Los sustitutos de leche, como la de soja, almendra o avena, suelen tener un costo adicional. Además, es de suma importancia que compense la falta de calcio. Esto se logra a través de alimentos ricos en calcio, como brócoli, naranjas, hojas de mostaza y col rizada, y mediante suplementos de vitamina D, los cuales en muchas ocasiones suelen representar un gran costo.
Avances en opciones sin lácteos en Estados Unidos
A pesar de los desafíos, la protagonista de esta historia revela que hay aspectos positivos en esta experiencia. La disponibilidad de alternativas sin lácteos mejoró considerablemente en la actualidad, con productos como helados a base de almendra y yogures de leche de coco, que permiten disfrutar de alimentos que antes eran difíciles de encontrar.
Muchas personas son intolerantes a la lactosa Foto:iStock
Según comentó, su esposo también se volvió un gran apoyo, ya que adaptó las comidas para incluir opciones sin lácteos y agrega estos productos solo cuando él lo desea. A pesar de que existen tabletas de lactasa que podrían ayudar a digerir los productos lácteos, la incertidumbre sobre su efectividad y posibles efectos secundarios llevaron a evitar su uso.
Si bien seguir esta dieta presenta sus retos, Claytor confía que a medida que avanza la ciencia y se encuentran más opciones de alimentos sin lactosa, la rutina se le volverá mucho más sencilla, además de que podrá disfrutar de eventos sin ningún tipo de inconveniente o frustración.
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