Se trata de la ley que convertía en delito la entrada de personas indocumentadas al estado, incluso si no habían cometido otro tipo de infracción. La magistrada Kathleen Williams, designada durante el mandato de Obama, consideró que esta normativa violaba principios constitucionales y no podía ser aplicada por las fuerzas del orden.
De acuerdo con el medio Político, la decisión se produjo en respuesta a una demanda de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), que cuestionó la legalidad de permitir a policías locales y estatales arrestar personas solo por su estatus migratorio.
Williams suspendió su implementación y anticipó que, con alta probabilidad, será declarada inconstitucional en forma definitiva.
La controversia judicial escaló en Estados Unidos
Este revés no terminó con el fallo. El fiscal general estatal, James Uthmeier —designado por el propio DeSantis— quedó bajo la lupa de la justicia por haber emitido un memorando que parecía desobedecer la orden judicial.
En dicho documento, fechado el 23 de abril, Uthmeier argumentó que “ninguna orden legal y legítima impide actualmente que sus agencias continúen aplicando las nuevas leyes de entrada y reingreso ilegal de Florida”.
La jueza Williams fue clara: si se confirma que sus declaraciones y comunicaciones públicas instaron a ignorar su fallo, podría enfrentar una sanción por desacato, incluyendo multa o prisión. “Es necesario que se aprecie y se cumpla la orden judicial, o de lo contrario todo esto se convertirá en un caos”, advirtió durante la audiencia, según el medio Político.
La medida aplica en Florida Foto:Istock
Este fallo no solo tiene valor simbólico. Si es migrante en Florida, puede respirar con algo más de tranquilidad: ninguna autoridad estatal ni local puede detenerlo únicamente por su estatus migratorio, al menos mientras esta ley permanezca suspendida.
La ACLU y otras organizaciones celebraron la medida como una “victoria contra la persecución institucional”.
El gobierno estatal apeló la decisión, y el futuro del fallo ahora depende del Tribunal de Apelaciones del Undécimo Circuito. Pero por ahora, como dijo uno de los abogados migratorios que presenció la audiencia: “Hoy ganamos un respiro. Y eso también se celebra”.
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