En Indianápolis,
Estados Unidos, cuatro
migrantes indocumentados acudieron a una oficina del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS, por sus siglas en inglés) para recibir beneficios migratorios, pero al observar sus antecedentes, los
oficiales los entregaron al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) para que
enfrenten el proceso de deportación.
En el mensaje, la agencia encargada de procesar los trámites migratorios detalló que oficiales de USCIS en Indianápolis ayudaron a detener cuatro extranjeros que solicitaban beneficios migratorios. Los fugitivos habían permanecido indocumentados por un total de 6.343 días después de la orden de deportación, informó la agencia.
Otro caso de este tipo ocurrió en Tampa, cuando un asesino convicto de Colombia intentó aprovecharse del sistema de asilo. Al notar su historial delictivo, los oficiales de USCIS se comunicaron con ICE, tras lo que llegaron agentes al lugar para llevárselo esposado.
La estrecha colaboración entre USCIS y ICE
A lo largo del territorio estadounidense, las distintas agencias encargadas de aplicar la ley colaboran entre sí estrechamente para cumplir con las órdenes del presidente Trump. Los migrantes pueden acudir sin problemas a sus citas en las oficias de USCIS para avanzar con su trámite migratorio siempre que no hayan cometido delitos.
Al respecto, el sitio web especializado en asuntos legales NOLO explica que al acudir a una cita migratoria podría ser detenido por los funcionarios de migración si su situación es irregular, aún si no tiene una orden de deportación. Es importante remarcar que los extranjeros deben acudir a sus citas para regularizar su situación, ya que de lo contrario podrían recibir una orden de deportación del gobierno estadounidense.