Malestares gástricos como reflujo, dolor abdominal, vómitos frecuentes, gastritis (también conocida como dolor en la boca del estómago) o pérdida de peso inexplicable suelen ser pasados por alto por muchas personas. Sin embargo, cuando estos síntomas son recurrentes, podrían estar indicando una enfermedad más compleja, como el cáncer gástrico, el cual en Colombia es el cáncer con mayor tasa de mortalidad, según afirma Carmela Oranges, Directora Médica Ejecutiva del Clúster Norte de América Latina para MSD.
El cáncer gástrico se origina por el crecimiento anormal de células en la mucosa gástrica y, en la mayoría de los casos, se detecta en estadios avanzados. De acuerdo con la Cuenta de Alto Costo, más del 51% de los casos en el país se diagnostican en etapa IV, con una edad promedio de 65 años, lo que subraya la importancia de la detección temprana y la prevención activa mediante métodos como la endoscopia.
La endoscopia: clave para la detección temprana
“La endoscopia es un procedimiento rápido y seguro que permite al especialista observar directamente el esófago, el estómago y el intestino delgado. Con una duración promedio de 15 a 20 minutos, este examen puede identificar lesiones o cambios en el tejido que, si no se tratan a tiempo, pueden evolucionar hacia un cáncer. La endoscopia no solo salva vidas, también fomenta una población más sana y consciente de la importancia de la prevención”, asegura Oranges.
Si durante la endoscopia se detectan anomalías, el médico puede realizar una biopsia para confirmar el diagnóstico y definir un tratamiento adecuado. Las opciones incluyen cirugía, quimioterapia, radioterapia, terapias dirigidas e inmunoterapia, una alternativa innovadora que mejora el control de la enfermedad y la calidad de vida del paciente.
¿Quiénes están en mayor riesgo?
Según Global Cancer Observatory, cada año se registran 8.938 nuevos casos de cáncer gástrico en Colombia, siendo además la primera causa de muerte por cáncer en el país.
Los hombres mayores de 60 años, con antecedentes familiares de cáncer, son los más afectados. Además, la infección con la bacteria Helicobacter pylori está altamente asociada a esta enfermedad, aunque su detección y tratamiento oportuno pueden prevenir complicaciones.
Factores como el consumo excesivo de alimentos salados, embutidos ultraprocesados y alcohol también incrementan el riesgo, mientras que llevar una dieta equilibrada y prestar atención a los síntomas persistentes puede marcar la diferencia.
“La prevención comienza con nosotros mismos. Ignorar síntomas como un reflujo constante o un malestar estomacal prolongado puede retrasar un diagnóstico oportuno. Consultar al médico siempre debe ser la prioridad”, concluye Oranges.
La detección temprana es esencial para combatir el cáncer gástrico y salvar vidas.
Actuar a tiempo puede cambiarlo todo.
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