Los hermanos Ronald y Ray de Jesús Vega Daza y su padre, Rafael Vega Cuello, fueron asesinados en Barranquilla, Atlántico, el 29 de junio. Los hombres son integrantes del llamado clan Vega.
Tres indígenas, dos de ellos menores de edad, fueron asesinados (17 de mayo) por las disidencias de ‘Iván Mordisco’; de acuerdo con sus comunidades, asentadas en Putumayo, los mataron por huir del reclutamiento forzado.
En esa línea, el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) presentó un informe que da cuenta de que entre el 1.º de enero y el 30 de julio de este año se han perpetrado 55 masacres en el país, que se han cobrado la vida de 179 personas.
Los departamentos donde más masacres se han registrado este 2023, de acuerdo con Indepaz, son Valle del Cauca, con 7, en las que murieron 23 personas; Atlántico, con 6 masacres y 21 muertos; Antioquia, con 5 masacres, que se cobraron la vida de 16 personas, y Norte de Santander, con 4 masacres, que dejaron 12 muertos.
El comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla se pronunció sobre el hecho que dejó tres personas muertas y una herida. Foto:Cortesía
Indepaz señala que en el 2022 fueron, en total, 94 masacres, que dejaron 300 víctimas, mientras que en 2021 se reportaron 96 masacres, en las que 338 personas fueron asesinadas.
Otras son las cifras que maneja el Ministerio de Defensa, el cual reporta que entre enero y junio de este año se cometieron 48 masacres, que dejaron 163 víctimas; y que en igual periodo de 2022 fueron 41 masacres, en las que murieron 138 personas.
Y si bien son varios los factores que inciden en este tipo de hechos, para Leonardo González, director de Indepaz, en las masacres hay una constante hoy, y es el tema del narcotráfico y las redes que se lucran de esta actividad, “lo que hace muy difícil precisar quién o quiénes estas detrás de las mismas”, aseguró a EL TIEMPO.
Alerta en las grandes ciudades
En el barrio El Santuario se registró una masacre el domingo 29 de enero. Foto:Vanexa Romero / EL TIEMPO
De hecho, González dijo que hoy los grupos contratan estructuras más pequeñas para ejecutar estos crímenes, por lo que reconoció que ven “con atención las masacres en grandes ciudades como Bogotá, Barranquilla, Cúcuta y Cali, que terminan relacionadas con el tráfico de drogas”.
En esa línea le hizo un llamado al Gobierno al indicar que si bien hay una propuesta de ‘paz total’ con grupos armados organizados y otras redes, se debería “incluir a las pequeñas estructuras en una política concentrada en la seguridad ciudadana”.
Como ejemplo citó que en Santander de Quilichao, Cauca, hay una sola estructura que es la que esta afectando la seguridad del municipio.
El director de Indepaz concluyó que en el caso de los asesinatos de líderes sociales o firmantes de paz se evidencia que los grupos como las disidencias están detrás, por temas de reincorporación o control territorial, porque se niegan a la siembra de cultivos de uso ilícito en sus territorios.
En ese sentido se había pronunciado el ministro de Defensa, Iván Velásquez, quien aseguró que en el caso de los firmantes de paz, comprometidos en permanecer dentro de la legalidad, los han asesinado las disidencias, “entre otras causas, por su negativa a volver a integrar esas organizaciones armadas ilegales o a permitir que procesos sociales que ellos vienen adelantando sean cooptados por esos grupos”.
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