El patrullero James Antonio Morales Curico, quien murió por el disparo de un francotirador mientras cumplía su turno como centinela en Tibú, Norte de Santander, se sumó en la mañana de este martes al doloroso listado de más de 30 uniformados que han sido asesinados cumpliendo sus deberes.
En total, según informó la Policía, 35 policías han sido asesinados en actos del servicio en lo que va del año en todo el país.
Aunque esos casos incluyen a todos los actores armados, la mayoría de muertes son atribuidas al 'clan del Golfo' que, según la Policía, ha sido el responsable de 26 de los 35 asesinatos de policías en 2022.
Además, de esas 26 muertes atribuidas al 'clan', 19 han sido contra policías que estaban en servicio y otros 7 ataques han sido contra uniformados que se encontraban en descanso.
Aunque la institución no tiene discriminados los casos que se habrían dado como parte del llamado 'plan pistola' que ahora mismo adelanta este grupo criminal, sí manifestaron que solo en el mes de julio han sido asesinados 17 policías de los cuales 13 casos han sido de autoría del 'clan del Golfo'.
Los hechos más recientes que harían parte del llamado 'plan pistola' son los del patrullero Morales Curico, quien tenía 33 años; y la muerte de la patrullera Luisa Fernanda Zuleta, de 26 años, y el subintendente Sergio Yepes Páez, de 37 años, quienes fueron atacados por sicarios en Yarumal, Antioquia, el sábado 23 de julio.
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