En los últimos días, la historia del doctor Eduard Quintana, un médico español que se convirtió en un héroe nacional en China, ha captado la atención de millones en todo el mundo. ¿La razón? Salvó la vida de una mujer que sufrió un paro cardíaco en un aeropuerto. Su rápida intervención y conocimientos médicos marcaron la diferencia entre la vida y la muerte para esa persona.
Pero aquí está la cuestión: ¡Usted también puede ser un héroe! No necesita una capa ni un título médico, solo sus manos y el conocimiento adecuado. La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en el mundo, y la capacidad de actuar ante un paro cardíaco puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte de un ser querido.
El problema es que la mayoría de los paros cardíacos no ocurren en un entorno hospitalario, sino en hogares o lugares públicos. Por lo tanto, la atención inicial depende de quienes estén presentes en ese momento. Sin embargo, el miedo y la desesperación a menudo nos paralizan, impidiéndonos actuar de manera efectiva.
Menos del 40% de las personas que sufren un paro cardíaco en la calle reciben atención oportuna, lo que desperdicia valiosos minutos y reduce las posibilidades de supervivencia. Entonces, ¿qué puede hacer alguien en una situación así? Aquí te lo explicamos en tres simples pasos:
- Evalúa la situación: Si encuentra a alguien inconsciente, primero asegúrate de que esté seguro acercándote a ellos y preguntando en voz alta si están bien. Si no responden, pide ayuda de inmediato o llama a la línea de emergencia de su país.
- Verifica la circulación: Observa si la persona está tosiendo, moviéndose o respirando. Si no muestra signos de circulación, es hora de comenzar la reanimación.
- Inicia la reanimación cardiopulmonar (R): Si la víctima no está respirando, comienza las compresiones en el pecho. Recuerde hacerlas con firmeza y rapidez, con una profundidad de aproximadamente 5 cm y a un ritmo de 100 a 120 compresiones por minuto. No te preocupes por la respiración boca a boca si no eres un profesional médico calificado.
Con estos simples pasos, cualquier persona puede convertirse en un héroe. No espere a que alguien más actúe, sea la persona que marca la diferencia entre la vida y la muerte. Con conocimiento y determinación, cualquiera puede salvar una vida.
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