Cuando un bebé se alimenta bien, muchos padres sienten el impulso de aplaudir, elogiar o celebrar el momento como si fuera un gran logro. Aunque estas acciones nacen del amor y el deseo de apoyar a sus pequeños, los expertos advierten que este enfoque podría tener consecuencias negativas en la relación del niño con la comida.
Comer: una necesidad, no un mérito
Comer es una actividad esencial, parte del día a día de cualquier ser humano. Cuando se celebra a un bebé por "comerse todo" o "comer muy bien", se puede enviar un mensaje implícito: que comer no es un proceso natural, sino un acto que merece recompensa o aprobación. Esto podría condicionar al niño a comer para complacer a otros en lugar de escuchar las necesidades de su propio cuerpo.
Los bebés tienen una capacidad innata para autorregularse. Saben cuándo tienen hambre y cuándo han comido lo suficiente. Al intervenir con aplausos o elogios, se podría interferir con este delicado equilibrio. Si un día no recibe esa aprobación, el niño podría sentirse desmotivado o incluso dejar de comer.
Cuatro razones para evitar aplausos al comer
- Asociación de la comida con recompensas: Si constantemente se aplaude a un niño por comer, podría empezar a ver la comida como un medio para recibir elogios en lugar de una necesidad fisiológica.
- Distracción del objetivo principal: Los elogios y aplausos pueden distraer al niño de su tarea principal: alimentarse de manera consciente y aprender a identificar las señales de hambre y saciedad.
- Fomento de la independencia: Comer de manera autónoma ayuda al niño a desarrollar su confianza y autoeficacia. La aprobación constante puede crear una dependencia de los estímulos externos.
- Respeto por los ritmos naturales: Cada niño tiene su propio ritmo y señales naturales para comer. Interferir con elogios podría alterar la forma en que percibe y responde a estas señales.
¿Cómo apoyar a los niños durante las comidas?
Esto no significa que se deba ignorar al bebé o dejar de mostrar afecto y apoyo. Un entorno positivo y agradable es clave para que el proceso de alimentación sea saludable y placentero. En lugar de elogios, se pueden usar frases neutrales y de apoyo como:
- “¡Lo lograste! Comiste lo suficiente para ti.”
- “¿Estás satisfecho?”
- “Es agradable compartir este momento contigo.”
Estas expresiones refuerzan el proceso natural de autorregulación del bebé y le ayudan a desarrollar una relación sana con la comida.
Un aprendizaje para toda la vida
La forma en que los niños aprenden a comer puede influir en su relación con la alimentación a lo largo de sus vidas. Promover la independencia, respetar sus ritmos y evitar los elogios excesivos son pasos clave para fomentar una visión saludable y positiva hacia la comida. El verdadero éxito no está en el hecho de comer, sino en cómo se aprende a disfrutar y escuchar al propio cuerpo. Los invitamos a seguir las redes sociales de Valeria Quintero.