Louise Fawcett, de 58 años, vivió una experiencia cercana a la muerte debido a un pequeño raspón que se realizó mientras realizaba tareas de jardinería en su casa en Chesterfield, Inglaterra.
La mujer le contó a 'The Sun' que en abril de este año se rasguñó el pie con unas tejas. En un principió no le dio mucha importancia, pues no parecía grave. Sin embargo, la situación se complicó rápidamente cuando su pie comenzó a hincharse de manera alarmante. Al paso de unos días, Louise, quien es una profesional en rehabilitación visual, empezó a sentirse "bastante mal".
"No podía usar zapatos para la cena del cumpleaños de Mark. No podía poner peso sobre ellos", relató Louise. Además, de la hinchazón su pie también se puso bastante enrojecido.
Louise decidió esperar unos días antes de consultar a su médico de cabecera. Pero este al ver el estado de su pie, le recetó antibióticos para tratar una infección conocida como celulitis. Lastimosamente, estos medicamentos no le funcionaron y a la mañana siguiente despertó en agonía, descubriendo que su pie estaba "muy morado".
"Noté que el tobillo parecía tener una marca de nacimiento en color vino Oporto", explicó y recordó que en ese momento tenia miedo de haber desarrollado una sepsis.
Preocupado por el estado de su esposa, Mark, de 59 años, la llevó rápidamente al Chesterfield Royal Hospital para que le realizaran análisis de sangre. En el hospital, las pruebas revelaron que Louise había contraído fascitis necrotizante, una infección bacteriana carnívora extremadamente grave. "Me llevaron a una pequeña habitación. El enrojecimiento se estaba arrastrando. Estaba cambiando ante sus ojos", comentó
Ante la gravedad de la situación, los cirujanos decidieron intervenir de inmediato. Louise fue llevada al quirófano, donde le abrieron el pie para extirpar el tejido infectado. Durante su estancia en el hospital, pasó tres días en cuidados intensivos y se sometió a un total de siete operaciones, incluyendo un injerto de piel tomado de su muslo.
Después de tres semanas de intensivo tratamiento, Louise fue finalmente dada de alta el 16 de mayo de 2024. Lo que ella cree que sucedió fue que la bacteria entró en su torrente sanguíneo a través del pequeño corte en su pie, probablemente esta provenía del suelo de su jardín.
"Tengo mala suerte de haber contraído esta infección, pero suerte de estar viva", afirmó Louise en 'The Sun'.
Ahora, con la ayuda de un par de muletas, está aprendiendo a caminar nuevamente y sigue un estricto régimen de fisioterapia. A pesar de su recuperación física, Louise aún encuentra difícil mirar su pie después de las múltiples cirugías. "No puedo mirarlo. No lo siento como mi pie. Se siente como el pie de un maniquí", confesó.
Louise, con la ayuda de un par de muletas, está aprendiendo a caminar nuevamente y sigue un estricto régimen de fisioterapia. Foto:iStock
"Me alegro de estar viva", afirmó. "Estaba llorando de alegría. Estoy aquí. Me alegro de estar viva", contó, mientras recordaba el momento en que los médicos le confirmaron que estaba fuera de peligro.
Para ayudar en su recuperación, Louise utiliza un aparato ortopédico que sostiene su tobillo en un ángulo de 90 grados cuando está sentada. Aunque el proceso ha sido largo y doloroso, Louise está agradecida por la atención recibida y por tener la oportunidad de recuperarse en casa.
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