Jack James viajó en septiembre de 2022 desde Inglaterra hacia Turquía para realizarse un procedimiento odontológico en la búsqueda de mejorar la apariencia de sus dientes y tener una mejor sonrisa ante las cámaras, por su trabajo en el modelaje, según el diario 'The Mirror'.
Debido a los costos de los tratamientos dentales en su país, James tomó la decisión de intervenir sus dientes en Estambul, pero, lo que un principio pensó que podría ser una ventaja, terminó por ser un gran problema.
Al inicio, los dientes se encontraban alineados y la sonrisa según él, era perfecta. De hecho, se sentía satisfecho con el resultado y con el precio que había cancelado de 3.000 libras esterlinas, (15 millones de pesos aproximadamente) por el procedimiento.
Sin embargo, el pasado mes de mayo, los efectos de lo que pudo haber sido una mala praxis dentro de la reestructuración de sonrisa, empezaron a aparecer.
Tenía inconvenientes para usar el hilo dental, sus encías sangraban de repente y tenía mal aliento con frecuencia, Incluso, su boca comenzó a llenarse de materia.
Ante su alarmante situación, James acudió a un odontólogo de su ciudad en Manchester, donde este le confirmó que presentaba una infección por absceso.
De hecho, una vez le revisaron su dentadura natural, se encontraron con una gran sorpresa, sus dientes quedaron tan desgastados que no tenía la forma cuadrada normal.
"Mi dentista dijo que mis dientes eran un desastre. Cuando me quitaron las carillas vi que me habían cambiado la forma de los mismos, parecían de tiburón, era algo como sacado de una película terror", señaló para el 'Daily Mail'.
No obstante, tanto la infección como el diseño de sus dientes tenía solución, pero este no podía pagar las 20.000 mil libras que le costaría reparar los daños causados.
Así que decidió arse con la clínica donde se había realizado el procedimiento inicial, pero esta le respondió que no era su culpa, y que debían realizar otro tratamiento por un monto de 4.500 libras.
Pese a que allí le quitaron las carillas, le detuvieron la infección y le condicionaron un nuevo diseño de sonrisa, el joven reveló que una de sus prótesis de porcelana nuevamente presenta problemas y que una de ellas fue removida de la encía.
Por ello, decidió hacer público su caso, invitando a que quienes desean practicarse cualquier tratamiento estético en el extranjero, primero investiguen tanto la calidad de los médicos como de los centros que ofrecen el servicio.
"Me siento tan molesto conmigo mismo, tengo ganas de sacarme todos los dientes" afirmó para el medio ya mencionado.
Desmontan 'consultorio odontológico' en vía pública
NATHALIA GÓMEZ PARRA
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO
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