Ahora les dicen gastropubs. Antes les decían, sin más (y con mayúsculas), bar-restaurante. Porque, para los efectos del comer y del beber, es lo mismo. Pero el término de moda es gastropub. ¡Qué le vamos a hacer!
Lo único que habría que explicarse es que el nuevo título –solo un poco más pretencioso que siempre– proviene de la Gran Bretaña, cuando, a finales de los 90, un par de chefs londinenses decidieron que había que servir una comida de mayor calidad a la que tradicionalmente ofrecían en los pubs ingleses: platos desabridos y fofos. Los tipos descrestaron con esa idea (que les salió muy jugosa), otros países asumieron la moda (España en especial) y ahí vamos, rebautizando algo tan simple.
Todo esto para decir que hace unos meses abrió en Bogotá un gastropub (en luces de neón) que se llama Instinto.
Le hice las tres visitas de rigor y, en rigor, valga la redundancia, sin tantos eufemismos, es un bar-restaurante donde se come bien y se bebe bien.
A las recomendaciones, sin más.
De sus piqueos, así lo presenta su carta, lo siguiente:
- Los wontons (masa rellena oriental) de cangrejo y camarón, crocantes y en su punto, acompañados de una soberbia vinagreta a base de hojuelas de peperocino ($ 15.900).
- Los buñuelos de pulpo apanados en panko, en una masa de papa criolla, acompañados de crema de aguacate y pimentón morrón ($ 24.900).
- Y el platillo campeón de la casa, por el que hay que volver siempre: un ceviche de chicharrón en una leche de tigre muy pero muy sólida ($ 19.500).
Ceviche de chicharrón en leche de tigre, de Instinto. Foto:Juan Manuel Vargas
- ¡Ojo también a las tres minihamburguesas de cangrejo! ($ 21.500); ¡y ojo a los vegetales baby a la parrilla! ($ 25.000).
De sus fuertes:
- Los jugosos y tiernos 400 gramos de costilla de cerdo, bañados en una salsa barbacoa de frutos rojos. Cocción lenta al servicio del sabor ($ 42.000).
Costilla de cerdo, bañada en salsa barbacoa de frutos rojos. Foto:Juan Manuel Vargas
- Su hamburguesa, que está buena, nada rara, nada alocada, por eso es buena: 200 gramos de una mezcla con tres cortes de carnes seleccionadas, cebolla caramelizada, rúgula y salsa de queso azul ( $ 29.000).
Hamburguesa la bestia, del gastropub Instinto, en Bogotá. Foto:Juan Manuel Vargas
De resto, lo mismo de siempre: un salmón, un entrecot, un fetuccini… Todo muy normal.
Un bar-restaurante, perdón, gastropub, que cumple su función. Buena comida para acompañar unos tragos muy bien puestos en una barra donde, a leguas, se ve que saben lo que quieren.
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