En medio del ajetreo diario de Bogotá, una historia entre un conductor de SITP y su fiel compañera canina, Lulú, ha conmovido a los s del sistema.
En el 2008, Huger perdió trágicamente a su familia en un accidente de tránsito. Desde hace 4 años Lulú se ha convertido en su compañía constante y parte fundamental de su tratamiento como apoyo emocional.
"Desde que llegó a mi vida, ella cubrió todas las necesidades de esos seres queridos. A veces tengo crisis y es ella la que me saca de la casa", afirmó Huger.
Lulú, una perrita rescatada que fue abandonadaen un bus, tiene ahora 4 años y una gran conexión con Huger. Además de ser su fiel compañera en casa, Lulú también 'colabora' en el trabajo del conductor, ladrándoles a los colados que intentan evadir el pago del pasaje en los articulados de SITP.
"Me la dejaron en una ruta. Tenía como 1 mes de nacida, la encontré y la adopté", relató Huger con cariño. La presencia de Lulú en el bus ha generado opiniones positivas entre los s del SITP, pues muchos coinciden en que los animales de compañía pueden brindar un gran apoyo psicológico, especialmente en entornos urbanos tan demandantes como Bogotá.
La historia de Huger y Lulú es un recordatorio conmovedor del poder del vínculo humano-animal y de la importancia del apoyo emocional en momentos difíciles. Mientras continúan recorriendo juntos las calles de Bogotá, su historia inspira a muchos a valorar y cuidar las relaciones especiales que compartimos con nuestras mascotas.
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