Por primera vez, como presidente de Colombia, Gustavo Petro cuestionó el proyecto de la primera línea del metro de Bogotá, que está contratado desde finales de 2019 con un trazado elevado, y no subterráneo como él siempre ha querido.
Las críticas del jefe de Estado se dieron en el marco del congreso de Infraestructura, en Cartagena.
El presidente dijo que actualmente el Gobierno nacional desconoce los estudios de diseño del proyecto del metro elevado para Bogotá, aún así, afirma que esta nueva forma de metro es "más débil y menos importante que el primero".
También agregó, "lo que nos corresponde ahora a nosotros, ya no como Alcaldía, sino como Gobierno nacional, es saber cómo puede encajar ahora un proyecto de 35 billones de pesos en una estructura financiera actual indudablemente más débil que la que teníamos en el 2013 o 2014", aseguró Petro.
EL TIEMPO consultó a algunos expertos y políticos de la ciudad sobre cómo interpretan las intervenciones del mandatario colombiano respecto a la primera línea del metro de Bogotá.
Omar Oróstegui, director de Futuros Urbanos, dijo que aunque esta fue la primera vez que el presidente Petro se refiere públicamente a la primera línea del metro, es la misma posición que él ha tenido cuando fue alcalde y cuando fue senador. No obstante, explica que los comentarios hechos por el mandatario generan incertidumbre sobre el proyecto.
"Pareciera que quiere justificar cualquier acción que se vaya a tomar frente a la primera línea del metro desde la Presidencia de la República, como si estuviera ambientando la justificación de la decisión que ellos quieran tomar tomar frente al proyecto", aseguró Oróstegui.
Además, el experto manifestó que siente bastante preocupación por el futuro de la primera línea del metro. "El interés en la primera línea es frente al trazado, el metro va a ser subterráneo simplemente por voluntad presidencial, más allá de argumentos técnicos o jurídicos, eso es así de sencillo. Porque en últimas la voluntad presidencial va a determinar la posición de la nación y el respaldo frente a los compromisos financieros adquiridos", indicó Oróstegui.
Por otro lado, Darío Hidalgo, experto en movilidad, dijo que lo más importante para la ciudad es seguir avanzando y que por una parte es muy importante la reactivación de empleo y la actividad económica que está generando el proyecto, pero además, que ya está en construcción, luego de cumplir todas las aprobaciones.
"Los cambios en este momento traen consecuencias legales, mayores costos y tiempos. Se indica que la alternativa subterránea estaba diseñada en fase 3, esto no es correcto, porque esta logró ingeniería básica avanzada y aval fiscal, que resultaba insuficiente para financiar el proyecto dada la devaluación de 2015 que fue cercana a 32 %", explicó Hidalgo.
Además, el experto comentó que el Gobierno nacional hace bien en apoyar la línea 2 y que ojalá también brinde su apoyo al proyecto que conectará a Bogotá con la Sabana centro, el Regiotram del Norte.
La concejal Lucía Bastidas, también se pronunció ante las intervenciones que hizo Gustavo Petro y asegura que es un capricho y una obsesión del presidente acabar con la primera línea del metro, cuando esta es la única que viene avanzando de verdad.
"He visto a la alcaldesa Claudia López feliz con la hojita que dio el ministro de Transporte sobre lo que va a pasar al Confes para la segunda línea. La realidad es que se viene avanzando en el patiotaller, la compra de predios que están en 95 por ciento y por supuesto todo lo relacionado con la primera línea", dijo Bastidas.
Adicional reiteró que en una carta del viceministro de Hacienda se aseguró que no habrá ni un solo peso del Gobierno nacional y le tocaría poner al Distrito 5.5 billones de pesos, cuando no hay recursos ni capacidad de endeudamiento.
Asimismo, expuso que Bogotá necesita que el gobierno se concentre en mirar cómo va a financiar la tercera línea con la recesión y la hiperinflación, ya que hay un panorama bastante crítico para los proyectos de movilidad, por lo que considera que no es momento de jugar con lo que ya se viene avanzando solo por capricho y obsesión del presidente.
Por el momento, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López no se ha referido públicamente a las intervenciones contra la primera línea del metro, del presidente. Sin embargo, en la noche del jueves, se refirió a la segunda línea del metro, en su cuenta de Twitter, diciendo que el Conpes dio concepto favorable a la Nación para que la Empresa Metro de Bogotá pudiera acceder a créditos para financiar el proyecto.
No obstante, a pesar de las críticas y las polémicas que ha generado la solicitud de Petro sobre hacer un tramo de la primera línea del metro subterráneo, la semana pasada, en un debate de control político al metro en el Congreso de la República, el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, dijo que de los cambios se sabrá hasta el 8 de enero de 2023, y asimismo, a quién le corresponden los gastos.
LOREN VALBUENA
REDACCIÓN BOGOTÁ