Desde que el bebé nace, los padres, y, especialmente, las madres, se concentran en los cuidados nocturnos del bebé hasta el punto que llegan a perder horas y horas de sueño consolando al pequeño cuando despierta varias veces en la noche, alimentándolo, cambiándole el pañal, o, simplemente, velando que respire correctamente y que todo esté bien mientras duerme.
A ello se le suman las ocasiones en las que el pequeño está enfermo y es necesario pasar la noche “en vela” istrándole los medicamentos prescritos por el doctor y estando atentos a la evolución de la fiebre y otros síntomas que presente.
Sin duda, estas responsabilidades alteran los patrones de sueño siendo las más afectadas las mujeres. De hecho, un estudio difundido recientemente por la revista Sleep, publicación de la Sociedad de Investigación del Sueño (SRS) de la Universidad de Oxford, estableció que durante los primeros cuatro meses, las mamás pierden hasta una hora de sueño cada noche, mientras que los papás sólo 15 minutos.
Para llegar a esa conclusión, los investigadores analizaron los patrones de sueño de más de 4.600 padres alemanes que tuvieron un hijo entre 2008 y 2015.
Además, la investigación reveló que tras el fuerte descenso en la satisfacción y la duración del sueño en los primeros meses después del parto, el sueño de las madres no se recupera por completo a los niveles de pre-embarazo sino hasta 6 años después del nacimiento de su primer hijo.
Así las cosas, ¿qué hábitos implementar para acelerar esa recuperación del sueño? En ABC del Bebé consultamos a expertos en el tema para guiar a los padres primerizos y ayudarles a crear rutinas para volver a dormir bien: