Que un niño entre los dos y los tres años de edad se orine durante la noche en la cama no suele ser motivo de preocupación, lo que sí exige es paciencia de los padres y un poco de disciplina para lograr que esos accidentes nocturnos terminen por completo.
Los niños aprenden a ir solos al baño entre los dos y los tres años de edad. Cada uno tiene su propio ritmo y, como explica Ximena Silva, psicóloga sistémica y transpersonal, este proceso suele ir acompañado de una madurez del pequeño para poder bajarse los pantalones y de un desarrollo del lenguaje que le permita comunicarles a los adultos sus necesidades.
Silva explica que este es un proceso y que por lo general los jardines infantiles acompañan a los niños y guían a los padres para que sea fácil y cómodo para todos. Afirma, además, que es un cambio muy importante para los pequeños, porque una vez lo logran se sienten grandes, independientes y capaces.
Es normal que mientras aprenden sucedan accidentes, por eso lo más importante es que los padres sean pacientes, ayuden el pequeño, no lo regañen y lo lleven al baño con frecuencia durante el día para que se acostumbre a utilizarlo y a hacer sus necesidades en el lugar indicado.
También es muy importante ser constantes en la decisión de dejar el pañal. Los padres no deben quitarlo entre semana y volverlo a usar durante el fin de semana por creer equivocadamente que así será todo más fácil. El niño debe recibir un único mensaje y los padres deben comprometerse con el cambio.
Durante los primeros días de control de esfínteres, el pequeño debe dormir con pañal porque, como explica Juliana Gallo, educadora y directora del Jardín Infantil Hans Andersen de Bogotá, en la noche el niño no tiene consciencia de sus ganas de ir al baño. Si el pañal amanece seco durante varios días, significa que ha llegado el momento de retirarlo en la noche e introducir unas pocas rutinas claves para no mojar la cama.
Gallo explica que es importante evitar el consumo de muchos líquidos en la noche, llevar al niño al baño antes de dormir y verificar que no sienta frío en la noche.
Si se presenta un accidente, Silva recomienda que los padres no regañen al niño, pero es bueno que ayude a cambiar la cama, que lleve su ropa mojada a la lavadora. No se trata de un castigo, es tan solo el aprendizaje de que los hechos tienen consecuencias. Lo más probable es que el niño se sienta muy incómodo sucio y descubra que es desagradable orinarse en la noche.
Muchos pequeños pueden tener accidentes hasta los 7 años de edad. De acuerdo con estadísticas de healthychidren.org, de la Academia Americana de Pediatría, el 20% de los niños de 5 años de edad, 10% de los niños de 7 años de edad y 5% de los niños de 10 años de edad todavía se pueden orinar en la cama.
De acuerdo con Ximena Silva, si después de tener interiorizado todo el proceso para ir al baño solo y ser capaz de un total control de esfínteres el pequeño presenta accidentes, es bueno preguntarle si ha tenido un día tenso, si le ha pasado algo que lo ha molestado, si está estresado. Algunos pequeños procesan estas emociones durante el sueño y se pueden orinar. En estos casos es bueno hablar con el niño y verificar que todo está bien en su vida. Si los accidentes se hacen frecuentes también puede ser útil consultar al pediatra.
La Academia Americana de Pediatría recomienda consultar al pediatra cuando el niño siente algún dolor o ardor al orinar, cuando presenta un goteo permanente, cuando orina después de momentos de estrés, después de correr, de levantar objetos o con episodios de tos o si presenta una humedad continua.
Por fortuna, estas esporádicas mojadas de cama no suelen ser una alarma de algo grave y es bueno que todos en la casa entiendan que no son motivo de burla ni mucho menos de un castigo.
¿Qué hacer?
Healthychildren.org, de la Academia Americana de Pediatría les recomienda a los padres:
1. No culpar al niño.
2. No ponerle tanta tiza al asunto, para que el pequeño entienda que está aprendiendo.
3. Proteger la cama con una cubierta plástica especial para ello.
4. No burlarse.
5. Llevar al niño al baño antes de dormir.
6. Mantener una actitud positiva.
Recuerda que se deben tener en cuenta las emociones del pequeño. De ello depende que no se orine en las noches.