Este año y por causa del fenómeno de La Niña que afecta a gran parte del territorio colombiano, la temporada de lluvias empezará en marzo y, con ella, el primer pico de infección respiratoria de 2018, que por lo general afecta a los grupos poblacionales más vulnerables: los niños menores de 5 años y los adultos mayores.
Por ello, padres, cuidadores y maestros deben estar atentos a las señales y tomar las precauciones necesarias ante la aparición de las Infecciones Respiratorias Agudas (IRA), un grupo de afecciones producidas por diferentes microorganismos como virus y bacterias, que impactan en el aparato respiratorio humano, en especial, en el de los niños y adultos mayores, cuyo sistema inmunológico es más sensible.
El resfriado común, que comienza de forma repentina con algo de tos, secreción mucosa y que puede durar de cuatro días a máximo dos semanas, está dentro de ese cuadro de infecciones IRA, pero también se cuentan complicaciones mucho más severas, como la neumonía, que puede desembocar, en el peor de los casos, en la muerte.
Según el Ministerio de Salud colombiano, “en niños menores de 5 años, la causa de la infección, en el 95 por ciento de los casos son los virus de buen pronóstico, es decir, aquellos resfriados comunes que no trascienden, pero un pequeño porcentaje puede padecer complicaciones como otitis, sinusitis y neumonía”, lo que exige un seguimiento constante de los síntomas y la atención médica oportuna.
Así mismo, el Instituto Nacional de Salud, en su boletín epidemiológico informó que en enero pasado, se registraron 51.231 consultas externas y de urgencias por causas asociadas a las IRA, con problemas infecciosos como influenza, virus sincitial respiratorio, parainfluenza, adenovirus, coronavirus, bocavirus y rinovirus.
Cabe decir que por sí solo el aumento en las lluvias no activa la circulación de virus, ayuda también, el frío que invade el ambiental, el cual disminuye la capacidad inmunológica, y hace que las personas se tornen más frágiles frente a la posibilidad de adquirir infecciones. Además, esto dispara las alertas hospitalarias y se aumentan las consultas por urgencias.
Gripa o resfriado común: producida por virus, puede causar fiebre durante pocos días, secreciones y tos escasa.
Laringitis: también la producen los virus y se manifiesta con fiebre leve, tos seca, mocos y ruido o zumbido al entrar el aire (estridor).
Bronquiolitis: un virus es su responsable y afecta en especial a niños menores de 1 año y sus síntomas son fiebre leve; tos seca al comienzo y luego húmeda, por varios días o semanas, y ruidos en el pecho (sibilancias). Puede complicarse con dificultad al respirar.
Neumonía: usualmente es producida por bacterias y causa fiebre prolongada, tos frecuente y su diagnóstico se confirma con un examen médico y una radiografía de tórax. También puede complicarse con dificultad al respirar.
El Ministerio de Salud y la red hospitalaria nacional siempre disponen de un lote importante de vacunas de influenza, que de forma gratuita se distribuyen para proteger a los menores de dos años, personas mayores de 60 y mujeres embarazadas.
Además, existen dos medidas de prevención muy importantes. La primera, evita al máximo el o con personas que tengan síntomas de gripa o que sean fumadores. Especialmente, procura no concurrir a sitios públicos, donde es muy fácil que proliferen los virus por la cantidad de personas que asisten.
La segunda, protégete de los cambios bruscos de temperatura y trata de estar siempre bien abrigado, cubriéndote la nariz y la boca con una bufanda, y procura mantener una dieta saludable, rica en frutas, verduras y con mucha hidratación, en especial, con líquidos que contengan vitamina C.
En el caso de los niños, verifica que su cuadro de vacunación esté al día, ventila muy bien su cuarto y procura que las personas de casa que tengan algún resfriado, usen siempre tapabocas, se laven constantemente las manos y tomen los medicamentos necesarios para superar el malestar gripal que presenten.
Ahora bien, si el paciente es un bebé menor de seis meses, suminístrale solo leche materna en mayor cantidad, por lo menos diez veces al día. Si el niño tiene seis meses o más, dale alimentos recién preparados, de alto contenido nutricional y energético (frutas, verduras y carnes), y no pares de alimentarlo con el pecho.
Sigue estas recomendaciones básicas que te ayudarán a evitar el contagio, y a no exponerte o exponer a tus familiares en edades críticas, como los niños o los adultos mayores.
- Lávate las manos con agua y jabón varias veces al día, especialmente cuando regreses a casa al final de la jornada, y al ir al baño, jugar, toser, estornudar o sonarse.
- Evita el o con personas que tengan tos o gripa.
- Alimenta a los bebés menores de 6 meses con leche materna exclusiva.
- Mantén los esquemas de vacunación de tus pequeños al día.
- Evita los cambios bruscos de temperatura, cúbrete y cúbreles la nariz y la boca al salir de lugares cerrados.
- Limpia y desinfecta los utensilios de cocina del hogar y aparta los de los que tengan resfriado mientras dure el contagio.
- Cuando los niños tengan gripa, no los envíes al jardín o el colegio.
· Decaimiento a pesar de no tener fiebre.
· Respira rápidamente, le ‘silba el pecho’, o hace ruidos extraños al respirar.
· Tiene fiebre persistente.
· Carece de apetito.
· Tiene ataques o convulsiones.
· Hay cambios de coloración en los labios y la piel.
· Dale una mayor cantidad de líquidos.
· Si está comiendo menos, ofrécele alimentos con mayor frecuencia.
· Si está en edad de alimentación materna no se la suspendas por ningún motivo.
· No lo automediques.
· Realiza una constante limpieza y desinfección de sus juguetes.