Patricia León es consultora familiar y se ha dedicado a trabajar en la formación de padres, para ayudarlos a resolver los conflictos de crianza y mejorar el ambiente familiar. Todo esperó ella, menos que en su casa tuviera que vivir un conflicto similar a los que trata en sus pacientes.
“De mi primer matrimonio tengo dos hijas, una de 20 y otra de 18. Me casé por segunda vez y nunca pensé en volver a ser madre. Pero quedé embarazada. Un mes después de nacer la niña, mi hija mayor me dijo: ‘me voy del apartamento, yo sé que necesitas el cuarto’.
Un mes después de nacer la niña, mi hija mayor me dice: “me voy del apartamento, yo sé que necesitas el cuarto. Tratamos por todos los medios de hablar con ella, pero fue difícil afrontar la presencia de una nana, de toda la familia que venía a visitarla con los mejores regalos.
Un día me preguntó si a todos los hijos se les quería por igual o se le quería más al hijo mayor. Le dije que cada hijo, así sean gemelos, es un ser independiente. A los cinco días sacó sus cosas y hasta el sol de hoy”, recuerda Patricia.
Ella siente que no se equivocó con su hija mayor y cree que la entenderá cuando se convierta en mamá. Hoy les aconseja a sus pacientes involucrar a los demás hijos desde el comienzo del embarazo, para evitar los celos entre ellos.
“Tienen que transmitirles el mismo amor que sientes por los bebés a los otros niños: que te cojan la barriga, que compartan contigo, sácalos del colegio para que te acompañen a la ecografía”, recomienda esta terapeuta.
La sicóloga especialista en terapia de comportamiento, María Cristina Rodríguez, asegura que casi el ciento por ciento de los niños siente celos cuando un nuevo bebé llega a casa, porque de alguna manera lo están destronando. Piensa que ya no es el único centro de atención y que debe compartir desde sus juguetes y su cuarto hasta el cariño de los padres.
Patricia León recomienda tener en casa el libro ¿Para qué queremos otro niño? Cómo hacer que tus hijos reciban con agrado a otro bebé, de editorial Montena, porque, a través de un cuento, le explica la nueva experiencia que vivirá.
Esta especialista da dos recomendaciones para hacer menos traumática la llegada. El primero es comprar un regalo que para el niño mayor sea importante: un oso, un baúl con chocolates o un carro. Envolverlo llamativamente y el día del nacimiento del bebé entregárselo al hijo mayor y decirle que se lo trajo su nuevo hermano. En la tarjeta puede ponerle una frase como: “llegué para compartir tu vida”.
También les puede pedir a las personas de más confianza que traigan un pequeño presente para el hijo mayor, cuando vengan a visitar al recién nacido. De esta manera no se sentirá desplazado.
Síntomas de que algo está mal
La llegada del nuevo hermano puede desarrollar diversas facetas en el niño: por ejemplo, puede creer que si se porta como alguien menor merecerá la misma atención de su hermano. Entonces se orina nuevamente en la cama, habla a media lengua, y quiere que lo consientan más.
Otra posibilidad es que se vuelva agresivo con los padres y con el bebé. Le esconde el chupo, e incluso puede llegar a pegarle. También se vuelve rebelde, negativo y desobedece a la autoridad de sus padres.
En el colegio puede ser disperso, no se concentra y por tanto sufrirá alteraciones del rendimiento escolar. Es posible que se niegue a ir al colegio.
También puede rechazar la comida o por el contrario comer desesperadamente.
Puede enfermarse con más frecuencia, por ejemplo, manifestar dolores de cabeza, vómito o fiebre, todo con el objetivo de llamar la atención.
Una reacción positiva puede ser que el pequeño busque mejorar en aspectos que lo destaquen y le den más satisfacciones a los padres, como la música o el deporte.
Pero si los celos son tan negativos que impiden mantener una relación tranquila y cordial entre los niños, es momento de buscar a un especialista, aconseja María Cristina Rodríguez. Si estos síntomas se presentan y no se les da demasiada atención, a futuro puede haber dificultades como desarrollo en las habilidades sociales de los niños, retraimiento y deficiente autoestima.
Enseñarle a querer a su nuevo hermano
* Desde el principio explíquele que va a llegar un hermano.
* Permítale manifestar todas sus emociones. Pregúntele cómo se siente.
* Facilite que se sienta importante en el nuevo desarrollo del hogar: dígale acompáñame a bañar al bebé, ¿qué ropa le podemos poner?, ¿quieres que lo llevemos al parque? Es decir, involucre a su hijo con el hermano.
*Dedíquele tiempo y espacio a su hijo mayor. No deje de hacer las rutinas que tenía establecidas antes del nacimiento. Si está ocupada negocie con el niño.
* Elogie continuamente sus actividades.
* Planifique actividades con toda la familia.
Los principales errores que se cometen
*Quitarle los objetos que pertenecen al niño y dárselos al bebé como cobijas o juguetes y decirle: “tú ya no los necesitas”.
* Entrar en comparaciones y favoritismos.
* Pedirle al hermano mayor que ceda para beneficio del recién nacido.
* Tolerar comportamientos destructivos.
* Decirle al niño que ya está demasiado grande y que debe aprender a hacer cosas solo.
Juliana Rojas
Redacto ABC del bebé