Las náuseas, la ansiedad, el mareo y los antojos, no sólo son asunto de las mujeres, es muy común que los hombres también presenten estos síntomas durante el embarazo, los médicos lo llaman Síndrome de Covada.
El nombre viene del francés couver y significa encubar. Proviene de un antiguo rito de los pueblos europeos, el cual consistía en dejar el niño al cuidado del padre después del nacimiento, incluso los papás aparentaban los dolencias de la parturienta.
En la mujer, los síntomas del embarazo los generan las hormonas, en el hombre no existe ningún mecanismo fisiológico u hormonal que lo permita, “Las molestias del Síndrome de Covada son un efecto psicológico secundario de lo que está viviendo la madre en ese momento”, asegura el ginecobstetra, Andrés Daste.
En el primer trimestre del embarazo es normal que la ansiedad se apodere del esposo. Los padres al igual que las madres piensan si el bebé será o no sano, si pueden o no tener relaciones por este tiempo y que deben o no comer. Producto de esta incertidumbre, el padre puede tener dolores de espalda y hasta problemas de insomnio.
En el papá, la sintomatología disminuye en el segundo trimestre cuando los cambios de la mujer se estandarizan. En los últimos meses vuelve a aumentar el nivel de tensión y se pueden presentar casos extremos en los que el hombre siente calambres en el abdomen o dolor en el pecho.
Los signos son similares a los de otras enfermedades gastrointestinales y se pueden confundir “Si el colon está irritado hay una sensación de plenitud, por ejemplo, comen cualquier cosa y se sienten llenos, así no lo estén. Eso les pasa a los padres, pero se produce por ansiedad”, aclara Daste.
Las dolencias típicas del embarazo son mucho más marcadas en la progenitora, pero en el hombre al igual que en la mujer, la intensidad en las señales de la gestación varía de acuerdo con la personalidad. Si el hombre el es mas nervioso, va a tener más ansiedad, si es más relajado reflejará menos su angustia en su salud.
¿Cómo se controla?
“La solución radica en que el esposo entienda que su esposa no está enferma y que el embarazo es un asunto de dos” asegura Daste. En la medida en que el padre se involucre, se comunique con su mujer y participe activamente en los asuntos de su futuro bebé, se calmará su preocupación. La tendencia hoy es que el padre asista a los controles prenatales y al curso psicoprofiláctico.
Indicadores del síndrome de covada
:: Aumento de peso
:: Cambio en los hábitos alimenticios (si comía mucho, pierde el apetito y viceversa)
:: Antojos repentinos
:: Dolores de cabeza
:: Variación en el estado anímico
:: Preocupación excesiva por la situación económica
:: Aumento en el consumo de cigarrillo
:: Tensión muscular constante
:: Sensación de plenitud después de comer