La condición nutricional es indispensable para tener un embarazo saludable. Si planea tener un
bebé, debe estar bien alimentada. Recuerde que no son buenos los excesos, ni las falencias cuando de comida se trata.
Si la mamá tiene una condición física adecuada, debe subir como máximo 12 kilos durante todo el embarazo. Cuando hay desnutrición, es recomendable que aumente entre 15 y 16 kilos. Por el contrario, si está obesa, puede subir solamente 8 kilos y es necesario hacer una dieta de reducción de peso antes del embarazo o plan de alimentación durante los 9 meses de gestación, recomienda la nutricionista Claudia Angarita.
En el vientre se están formando los órganos, el cuerpo y el cerebro del bebé. Para que obtenga los nutrientes necesarios, la madre debe consumir ácido fólico, hierro, vitamina A, vitamina E y ácidos grasos esenciales.
Además, para colaborar con el crecimiento del pequeño se necesitan más proteínas para subir energías. En promedio, una persona consume 1.500 calorías diarias y durante el embarazo se deben tener 300 a 400 extras, sin que eso implique que la madre coma por dos.
La nutricionista asegura que el nivel de proteínas manejados por una embarazada con respecto al de una persona sana aumenta 0,5 gramos por kilo. Los lácteos brindan calcio y vitamina E, pero en las embarazadas con sobrepeso es recomendable la ingesta de leche baja en grasa. Se recomienda consumir una o dos veces por semana fríjol, lenteja y garbanzo, excelentes fuentes de proteínas. También se sugiere el pescado fresco, al igual que el cerdo.
Dos porciones de fruta al día, sin contar el jugo, aportan al organismo vitamina A y ácido fólico. Las verduras de todos los colores son ideales porque suministran gran cantidad de vitaminas. Dos porciones diarias son adecuadas, sobre todo las verdes, porque son importantes para prevenir la espina bífida en los niños, aclara la nutricionista Claudia Angarita.
Mes a mes
Los antojos son normales al comienzo del embarazo; sin embargo, las mamás deben moderarse al satisfacer los antojos; todo en exceso es perjudicial y lo mejor es una dieta balanceada. También pierden peso por el vómito; en ese caso, hay que cambiar la comida para mejorar la nutrición y es preferible consumir pocas porciones de alimentos que nutran.
Un truco útil en la mañana para disminuir las náuseas es consumir una comida salada antes de otro alimento; por ejemplo, son recomendables las galletas de soda o una arepa.
Las cinco comidas al día son indispensables, así, la mamá vomite con frecuencia, especialmente en los primeros meses. Cuando esto pase, se debe esperar un tiempo y volver a comer para evitar la desnutrición.
En el último trimestre del embarazo es probable que se presente estreñimiento en la madre, y es ahí cuando la fibra se convierte en el alimento que alivia el malestar. Consumir frutas y todo tipo de verduras, junto con agua, ayuda a mejorar el tránsito intestinal.
Las harinas también se necesitan, porque dan más calorías; se recomiendan entre seis o siete, si la mujer no tiene obesidad. Hay que evitar harinas refinadas (galletas, roscones, panes) y consumir las integrales como la avena o el pan integral, así impedirá el estreñimiento. Es imposible dejar las grasas, además porque son la principal fuente de ácidos grasos. Pero restrinja las de origen animal y consuma las vegetales, preferiblemente de soya o girasol. No consuma aceite recalentado, ni manteca, porque no es saludable para el bebé.
La ganancia importante de peso ocurre en el último trimestre, cuando el feto está más grande y ocupa más espacio en el útero. Eso implica que la capacidad gástrica es muy pequeña, así que cuando consume grandes volúmenes se favorecen las agrieras. Es otra razón para dividir las porciones de comida.
Al finalizar el embarazo se empiezan a ver las consecuencias de las madres que no se han cuidado: la obesidad, la tensión alta, la diabetes gestacional y eclampsia. Lo normal es que una mujer suba kilo y medio cada mes. En el último trimestre es importante hacer énfasis en la dieta, es decir, más fruta y poca grasa animal.
En ocasiones las embarazadas retienen líquidos, por eso se debe consumir el suficiente para bajar la cantidad de sal en los alimentos. Lo ideal es tomar agua porque el jugo tiene más calorías; sin embargo, si lo prefiere la gestante, puede tomarlo sin azúcar.
El ejercicio
La mamá debe caminar media hora con zapatos cómodos para que no haya riesgo de caerse. De esta manera no aumentará de peso y favorecerá un parto mucho más fácil.
Sobrepeso vs Desnutrición
Comúnmente con la obesidad llegan los problemas óseos, que causan deformidad en las piernas y los inicios de los desórdenes metabólicos que tienen que ver con altos niveles de colesterol, de glicemia y triglicéridos.
Así una mujer esté más gorda de lo adecuado y se disminuya la capacidad respiratoria, durante la gestación nunca se hacen dietas restrictivas porque se le pueden restringir nutrientes al niño. Lo recomendable es adecuar una dieta con nutrientes y menos calorías sin que se afecte el peso del bebé.
Si el caso es el contrario, es decir, sufre desnutrición, se aumentan las calorías. Lo ideal es un suplemento nutricional especializado y específico, no solamente vitaminas o zinc, sino un suplemento saludable.
Aunque una mujer esté baja de peso, no son recomendables las bebidas hipercalóricas, que son las que tienen mayor aporte de calorías con relación a cualquier otra. Son tan densas que además de aumentar el peso, producen distensión abdominal y diarrea, de acuerdo con la nutricionista Alicia Cleves.
Desayune con...Proteína, que puede ser huevo o queso, una tasa de leche o yogur, un pan y fruta. Nueves u oncesCafé con galletas, avena o yogur y fruta.
Almuerce con….Fruta, seco, verdura, una harina, proteína y bebida.
Por Margarita Barrero
Redactora ABC del bebé.