Los ideal es que, antes de estar en gestación, la madre tenga una dieta balanceada y consuma toda clase de alimentos que favorecerán su salud y la del futuro bebé.
Cuando una pareja decide tener un bebé, debe visitar al especialista para que tenga una consulta preconcepcional, que, según explica Blas García, ginecoobstetra especialista en endocrinología reproductiva, es fundamental porque en ella los futuros padres resuelven muchas de sus dudas y el médico tratante elabora una historia clínica. (Vea más información sobre la consulta preconcepcional en la página 8).
Una vez se realiza esa consulta, se le brinda a la futura madre una serie de recomendaciones esenciales para que su gestación se lleve a cabo sin contratiempos. Entre los principales, llevar una dieta sana, pues ello le asegura que “reciba todos los compuestos necesarios; entre ellos, ácido fólico, hierro y calcio”, comenta el ginecoobstetra Édgar Acuña.
Lo ideal es planear
Todas las mujeres deberían tener embarazos programados para que antes de la concepción puedan consumir una suplencia de ácido fólico, una vitamina del complejo B.
“El objetivo de consumir ácido fólico preconcepcional es aumentar sus niveles para que cuando la paciente quede embarazada, este actúe y podamos tener el beneficio, que consiste en prevenir malformaciones fetales, especialmente las del sistema nervioso y las del cierre del tubo neural. Por eso, desde hace algún tiempo es una política de la Organización Mundial de la Salud que toda mujer en edad reproductiva tome ácido fólico cuando está planeando un embarazo”, asegura Acuña. En ese sentido, el ginecoobstetra Jaime Enrique Ruiz Sternberg sostiene que “la evidencia científica sugiere que la mayoría de las mujeres que buscan un embarazo se pueden beneficiar del consumo de ácido fólico y por ese motivo la recomendación actual, incluyendo aquellas en las guías de manejo colombianas (Norma técnica para la detección precoz de alteraciones del embarazo, contenida en la resolución 412), es la de que todas las mujeres consuman un suplemento de ácido fólico (1 miligramo al día, vía oral) dos o tres meses antes de buscar el embarazo”.
Acuña cuenta que los primeros trabajos de investigación sobre la eficacia de esta vitamina se vieron en pacientes diabéticas que deseaban embarazarse y tenían un alto riesgo de que sus hijos presentaran malformaciones; sin embargo, cuando se les empezó a istrar el ácido fólico de forma prenatal, se vio que bajaba la incidencia de malformaciones mayores.
De la misma manera, sus beneficios se han visto en pacientes cuyos primeros hijos han nacido con malformaciones y desean volver a embarazarse; también en aquellas que presentan trastornos específicos de la coagulación, las cuales se han asociado con pérdidas recurrentes del embarazo.
Acuña agrega que, aunque el mecanismo de acción de este ácido en la prevención de malformaciones no está muy claro, “lo que se busca es que el compuesto actúe entre los días 21 y 28 de la gestación, que es el momento en que más frecuentemente se presentan las malformaciones, porque deben ocurrir unos cierres a nivel del tubo neural”.
Consúmalo de manera natural
Independientemente de que esté consumiendo en tabletas este complemento, no olvide que también puede encontrarlo en algunos alimentos como:
Verduras de hoja verde: brócoli, espárragos y espinacas.
Carnes magras: hígado, riñón.
Frutas: naranja, fresa y papaya.
Otras: fríjoles, tomate, algunos productos empacados como cereales, harinas, arroz o pastas son buenas opciones, siempre y cuando sean fortificados.
Otros complementos
Aunque una dieta balanceada puede proporcionar la ingesta adecuada de hierro y calcio, el doctor Ruiz afirma que el consumo de estos ha demostrado beneficios médicos. “El manejo de la anemia materna con la suplencia de hierro (sulfato ferroso, en dosis de 60 miligramos de hierro elemental) y la disminución en la incidencia de preeclampsia y eclampsia con la suplencia de calcio”. No sobra resaltar que la preeclampsia es una de las enfermedades que afectan con mayor frecuencia el embarazo y una de las principales causas de mortalidad materna y perinatal en el mundo, la cual se puede prevenir parcialmente con la istración de calcio. Esta enfermedad se caracteriza por hipertensión, proteinuria y edema o hinchazón por retención de líquidos. Cuando se complica, se presenta la eclampsia, cuya principal característica es la presencia de convulsiones.
La mayoría de los análisis han demostrado que aun entre las mujeres que consumen dietas balanceadas, es posible encontrar algún grado de deficiencia de ciertos micronutrientes. “Es este el caso del ácido fólico o del calcio, puesto que para alcanzar las dosis recomendadas haría falta consumir una gran cantidad de los alimentos que los contienen. En el caso del calcio, para lograr la dosis recomendada de 1.200 a 1.500 miligramos al día, sería necesario que la mujer consumiera varios vasos de leche o porciones de derivados lácteos al día y la mayoría de ellas solo consume uno o dos y muchas ni siquiera lo hacen”, concluye Ruiz.
No olvide que…
• Ninguno de los multivitamínicos tiene efectos colaterales. De presentarse, son netamente digestivos, como gastritis, reflujo y estreñimiento.
• Otros beneficios de estos y otros micronutrientes y en general de las dietas adecuadas, son aspectos tales como la disminución del parto prematuro, el aumento del peso al nacer y la reducción de la mortalidad perinatal; es decir, la muerte del feto desde antes del nacimiento y hasta los 28 días después del parto.
• Existen investigaciones que muestran los posibles beneficios de la suplencia de otras sustancias, como ácidos grasos poliinsaturados (como Omega 3), magnesio, zinc y vitaminas como C, D y E, aunque no hay consenso para recomendar su uso sistemático.
• Actualmente, se recomienda que la paciente gestante haga una vista a la nutricionista para que le hagan una valoración y orientación sobre la dieta más favorable para su condición.
• POR: MELISSA SERRATO RAMÍREZ